VÍCTIMAS DEL TERROR DE UN DESQUICIADO EN EL CERRO EL CARMEN DE HUAURA, AHORA SON VÍCTIMAS DE LA MALDITA BUROCRACIA

María León continua con la bala en la pierna y sin atención especializada, mientras no entregan nichos a fallecidos porque el seguro no cubre en casos de asesinatos

María León

 Humilde familia del distrito de Huaura, provincia del mismo nombre, región Lima, que sufrió la insanía de un desadaptado sujeto como Gustavo Castillo Monroy que mató a sangre fría a su pequeño hijo de año y medio Set Samuel, hirió en una de las piernas a su ex conviviente María Esther León Bartolo y dejó al borde de la muerte a su ex suegro Félix León Gavino (63), quien falleció en horas de la noche del miércoles 04 de octubre; ahora, tiene que enfrentar a la maldita burocracia e insensibilidad de Essalud que hasta el momento no atiende a la herida y niega nicho para los dos fallecidos.

Según, fuentes familiares la docente contratada en la I. E. Nªº 20118 -  Miraflores - Lacsanga - Paccho de la UGEL Nº 09 - Huaura, hasta el momento no recibe atención especializada toda vez que sigue con la bala en la pierna derecha que le ha dejado el fémur totalmente roto; ante esta situación no descartan realizar una movilización hasta el Hospital Gustavo Lanatta Luján de Huacho.

Pero como si eso fuera poco, hasta el momento, quien fuera profesor de la I. E. Generalísimo Don José de San Martín de Huaura, Félix León y el segundo y último hijo de María León, que fue el primero en pagar el salvajismo de su propio padre; no cuentan con nichos porque el seguro les ha manifestado que no cubren este tipo de fallecimiento por asesinatos.

Don Félix León cuando todo era felicidad,
hasta que un desquiciado le arrebato la vida

Asimismo, los familiares luego de dirigirse al Hospital de Essalud, se movilizarán hasta la sede del ministerio Público para exigir justicia para la familia León Bartolo y que la muerte de dos de sus integrantes no quede impune, y castiguen con todo el peso de la ley a Castillo Monroy.   

BUEN MAESTRO, BUEN PADRE

Félix Léon, docente de profesión, deja en la orfandad a su esposa Angélica Bartolo Jiménez y a sus cuatro hijas, dos de ellas aun cursan estudios de Educación en la Universidad Nacional José Faustino Sánchez Carrión - Huacho.