 |
Alberto Benavides de la Quintana, el hombre fuerte de la minería en el Perú, falleció este miércoles y no hay mejor forma de recordarlo que hablando precisamente de eso, de lo que fue su gran pasión.
Fue un personaje al que siempre le sedujo la geografía del Perú. Su vocación nació en el colegio con el curso de geografía con el que hacía viajes imaginarios por el Perú. Así se fue familiarizando con la sierra, las cumbres, y los territorios con grandes riquezas minerales.
Benavides fue un convencido de que el Perú es un país minero, que aún falta por descubrir, y por eso coincide con esa frase de Antonio Raimondi “El Perú es un mendigo sentado en un banco de oro”.
Su pasión por la minería no le impidió buscar una beca e irse a estudiar geología a la universidad de Harvard buscando responderse una interrogante ¿cómo se formaban los yacimientos minerales?
Su búsqueda lo llevó a convertirse en el empresario más joven cuando a los 32 años formó la compañía minera Buenaventura en Cerro de Pasco donde vivió y trabajo por varios años para sacar adelante la empresa.
Para el fallecido ingeniero geólogo, la mina es meterse dentro del cerro y descubrir sus misterios, con la gran responsabilidad social que tiene la empresa minera de mejorar la calidad de vida de las poblaciones cercanas a la mina como haceracer carreteras, llevar corriente eléctrica, poner escuelas y centros de salud en zonas alejadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario