El Comercio se adentró en el asentamiento 15 de abril, cuna de organización criminal Los Rucos de Chilca, y encontró lujosas viviendas en medio de la precariedad de un pueblo que no cuenta con agua potable ni desagüe.
Se advirtió que tras la detención –hace dos semanas– del alcalde de Chilca, Richard Ramos, las obras de agua y desagüe que se ejecutaban en tres pueblos del distrito están paralizadas. Los pobladores temen que la esperada obra no se concluya por los indicios de corrupción que investiga la fiscalía.
Los vecinos de Chilca tienen temor de denunciar los actos irregulares de la actual gestión. Algunos demandaron nuevas elecciones porque las autoridades que continúan en el cargo son personas de confianza del detenido alcalde Richard Ramos. Desde la captura de 36 presuntos integrantes de los Rucos de Chilca los regidores y el gerente municipal no asisten a la municipalidad.
Fuente: El Comercio
No hay comentarios:
Publicar un comentario