Por Yuri Adauto (*)
Incremento ridículo y capcioso que no es tal. Haciendo gala de un cinismo monumental, el Estado sube los sueldos de un grupo de docentes, pero también les incrementa las horas de trabajo.
A quienes ya no les puede aumentar las horas de trabajo porque la ley no lo permite, simplemente no les aumenta nada o les arroja como un mísero mendrugo, incrementos de menos de 40 soles.
¿Ustedes creen que los médicos o las enfermeras o los propios policías aceptarían un aumento así?
Pero contra los maestros todo se puede porque somos el gremio más grande del país pero también el más politizado, desorganizado y dividido.
(*) Director de la I. E. P. "Pedro E. Paulet Mostajo".
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