 |
INTOLERANCIA BRUTAL. De ninguna manera es una buena señal que sucedan actos que atenten contra la marcha democrática de las instituciones públicas y el respeto a la integridad física de sus actores en supuesta reacción de defensa del poder constituido.
Tal como ha sucedido el lunes 2 de noviembre en el distrito de Végueta, provincia de Huaura, región Lima; donde dos personas, varón y mujer, agredieron brutalmente al primer regidor Jorge Luis Arellano Meneses, de las filas de Alianza para el Progreso, cuando se dirigía a la comuna.
El cobarde y cuestionado ataque a Arellano Meneses se dio cuando este salió de su hogar con destino al palacio edil.
La pareja cogió de sorpresa y a traición al regidor supuestamente porque estaría en contra de la gestión del alcalde de Alianza para el Progreso, Alejandro Alor Portilla.
Los cobardes atacantes habrían amenazado a Jorge Arellano durante su repudiable acto que no se meta con el alcalde Alor y que lo deje trabajar, en clara represalia por las tareas de fiscalización que viene desarrollando la joven autoridad a la gestión del alcalde de su misma organización política, situación que esta bien y que dice mucho del cumplimiento del mandato de la ley de municipalidades que en el caso de los regidores considera las tareas de fiscalización.
Si esto es así, si la pareja actuó motivada por sus propias iniciativas o si por ahí el lado siniestro de la experimentada gestión del burgomaestre Alejandro Alor Portilla, ha cruzado la línea, solo le decimos a la primera autoridad civil veguetana que el buen líder no necesita de estas actuaciones y por el contrario que ejerza mandato entre sus seguidores y la comuna distrital.
No hay comentarios:
Publicar un comentario