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Mientras que el pasado primero de mayo el presidente de Bolivia, Evo Morales, decretó un aumento de la Remuneración Mínima Vital (RMV) de 8,5% (estaba en US$ 242), y su par venezolano Nicolás Maduro uno de 30%, en el Perú los gremios, empresarios y políticos aún no se ponen de acuerdo para darle mayor liquidez a los bolsillos de los trabajadores peruanos.
De hecho, según cifras de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), el salario mínimo vital se ubica en el puesto 11 en comparación con las demás economías de la región, y en el puesto siete respecto al índice de crecimiento de la RMV en la última década (ver infografía).
Superar estos lugares mantienen a los trabajadores del Perú rezagados respecto de sus pares americanos solo depende del Consejo Nacional del Trabajo (CNT), organismo que en su última reunión del siete de mayo decidió postergar, una vez más, este debate para el 18 de junio próximo.
Al parecer, la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) y el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) no entregaron a tiempo sus informes técnicos, por lo que, los integrantes del CNT tomaron la decisión de posponer la discusión.
No obstante, un diario local informó que en dicha reunión se habría planteado un incremento de S/. 150 en el salario mínimo y pase a ser S/. 900.
Enterado de esta propuesta, el economista Jorge González Izquierdo dijo que el incremento de 20% en la RMV (que la llevaría a los S/. 900) le parece excesivo, pues las ganancias de productividad en los últimos tres años fueron de 1,5% por lo que el incremento debería ser como máximo de un 10%. Advirtió que de concretarse la propuesta para subir la RMV a S/. 900, habría efectos dañinos en la economía de las empresas del país.
Hace algunos días, Martín Pérez Monteverde, presidente de la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep), mostró una postura dialogante frente al tema y no la desterró por completo.
"Quiero volver a invitar a los sindicatos a establecer una nueva relación laboral, que no se centre únicamente en el tema del salario mínimo. ¿Por qué pensar en un aumento de solo S/. 75 cuando puede ser más si los trabajadores se formalizan? De otro lado, el aumento de la RMV tiene que ir de la mano con el aumento de la productividad", dijo Pérez.
Germán Alarco, economista de la Universidad del Pacífico sostuvo en una reciente mesa redonda organizada por La República, que en las últimas medidas dadas por el Gobierno para activar el consumo se omitió el tema de la Remuneración Mínima Vital, que no sólo beneficia a 200 mil trabajadores, pues según el Banco Central de Reserva (BCR) moviliza a más de 800 mil, por eso, el economista calificó de urgente el aumento del sueldo mínimo.
AUMENTO DE S/. 1500
En tanto, Carmela Sifuentes, presidenta de la CGTP dijo desconocer de dónde viene la propuesta de los S/. 900.
"En el CNT aún no se ha llegado a ningún acuerdo, mientras esto no suceda nosotros como sindicato de trabajadores vamos a defender nuestra propuesta de que la RMV suba a S/. 1.500. No sé cómo se puede hablar de un incremento a S/.900 cuando el informe técnico necesario para el debate aún no se presentó en la reunión", declaró la dirigente de la CGTP. En su opinión S/. 1500 ayudará a satisfacer la canasta básica de las familias.
PANADEROS NO APOYAN
La Asociación Peruana de Empresarios de la Panadería y Pastelería (Aspan), no está de acuerdo con subir la RMV. Consideran que dicha propuesta laboral debería discutirse en el próximo Gobierno.
"Con la discusión en un próximo Gobierno de las recomendaciones técnicas del CNT, las empresas podrían provisionar los gastos derivados de una modificación del salario mínimo vital que, además, no debería prestarse a cálculos políticos ni beneficios particulares o sindicales”, señaló Pío Pantoja, presidente de Aspan.
Agregó que la actual desaceleración económica no es el contexto adecuado para concretar el aumento de las remuneraciones, pues un mayor sueldo mínimo modifica todos los precios de la economía.
Pantoja advirtió que el incremento del sueldo mínimo agravará la situación de informalidad laboral de miles de trabajadores.
Fuente: La República
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