No hay cirugías ni tratamiento farmacológico que pueda revertir los daños causados.
Escolares y universitarios están más expuestos a sufrir de sordera por el uso constante de audífonos con volumen muy alto. La pérdida de la audición por el uso de auriculares se produce en el área neurosensorial.
“No hay modelo en particular que reduzca el problema; la intensidad del volumen cuenta mucho, siendo los escolares y universitarios los más expuestos”, afirmó la Dra. Cecilia Barón, especialista de otorrinolaringología de los hospitales del Sistema Metropolitano de la Solidaridad (Sisol).
La especialista dijo que el daño también se producir por la bulla producida por la bocina de los autos, así como los parlantes en fiestas y discotecas. Las consecuencias de estos actos pueden ser la ansiedad y la desorientación, además de problemas de aprendizaje.
Lo recomendable es no escuchar música por encima de los 80 u 85 decibeles, en fiestas alejarse de los parlantes, usar protectores auditivos si se realiza algún trabajo que implique escuchar ruido, hacer un control audiométrico en niños, y si hay alguna molestia acudir a un especialista.
(LA REPÚBLICA)
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