Siempre directo, sencillo, envalentado, sobre todo para sacar fuerzas de flaquezas de donde no había. Así era Jesús, quizás muy polémico por defender lo que añoró por siempre, su pasión, amor y entrega por el Boxeo.
Ustedes no se imaginan lo que fue capaz este hombre de mediana estatura, pero de envidiable cuerpo atlético como
deben de ser los deportistas.
Mira me dijo, los sábados y
domingos estoy realizando peleas al aire libre de box en el boulevard de la
Calle Sáenz Peña al lado de la ahora remodelada Catedral de Huacho. Era el año
2010 y me di el lujo de transmitir sus peleas por Radio Paraíso, luego haber terminado las transmisiones de la Copa Perú,
enlazados desde todos los distritos.
La razón era simple. No había el
cuadrilátero (Ring de Box), para que sus
pugilistas queden listos para participar en un Campeonato Nacional (Lima).
Ingenioso él, había pintado el piso con una tiza y en una circunferencia
boxeaban los niños(as) y jóvenes.
Alrededor se apostaba el público,
los visitantes, los familiares y quienes gustaban de este deporte, por que
sabían que a esa hora había algo que ver y entretenerse. Se hizo una campaña
solicitando al IPD para que se le facilite el Ring que se encontraba en el
Coliseo Cerrado, pero vano fueron los esfuerzos, de repente para otra
oportunidad, como que si se hizo en un evento local entre huachanos y limeños.
Aquí fue fundamental la amistad de don “Coyo” García entonces gerente del Hotel
Centenario.
Fue incansable luchador del
deporte de las narices chatas, estuvo en los momentos en que por fin Huacho
tenía su ring propio, aunque ello no duró mucho por que luego se enteró que se
había prestado a Chilca-Cañete. Se enfureció demasiado, pero continuó con su
trabajo. Ello hizo que nosotros conversáramos con la Jefa del IPD, quién tiene
el compromiso de devolverlo cuanto antes.
Robles, el año pasado constituyó
su escuela deportiva, ello ya lo tenía hace años, ahora lo hizo formal, quizás
para conseguir apoyo, que fue esquivo y mezquino por parte de las autoridades
locales y regionales. Gracias a los que apoyaron. En honor a la verdad pese a
tener discrepancias les digo que no desmayó en hacer del boxeo una práctica cotidiana
y su cuadrilátero constituyó por varios años el famoso club San Cristóbal de la
calle Olaya, conocido como los “comegatos”.
Su última participación con
boxeadores locales fue en el Campeonato Nacional de Chimbote realizado el año
pasado, donde trajo como antes diplomas y medallas que muchas veces no eran
reconocidas, menos consiguió el apoyo para el viaje y sufrió la ignorancia de
siempre de las autoridades de turno.
Los guantes están colgados, como
las peras y el saco, esperando que el cuadrilátero tenga peleas pactadas y
quizás Huacho vuelva a tener UN RING DE
BOX y la Liga respectiva (también fue dirigente) para su masiva práctica
como el deseaba y de seguro sus futuros campeones. Hasta siempre Campeón.
*Por Jonnhy Fernández Ramírez
Presidente ANP/Director de
Tribuna Deportiva
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