Doña Carmen Cárdenas, de 59 años, vio cómo en pocos minutos su pequeña casa se destruía por acción de uno de los huaicos que azotó Santa Eulalia el domingo. El viejo pañuelo que tenía en la mano no bastaba para secar las lágrimas que le brotaron cuando ingresó a lo que fue su dormitorio. Tampoco cuando recuperó el oso de peluche de su nieta.
Y es que la temporada de lluvias en la zona este de Lima empezó de la peor forma. Y lo más triste es que los huaicos son señal de que en las próximas semanas las lluvias afectarán aún más a la población.
Los ocurrido ayer en Chosica lo confirma. En este distrito, cuatro nuevos huaicos, en las quebradas de Moyopampa, Pedregal y Rayito de Sol alarmaron a la población.
También en Olla de Barro, en Santa Eulalia, donde se activaron varias quebradas por acción de las lluvias. Con ello se confirma el peligro latente que hay en estos distritos.
Muy temprano, Carmen Cárdenas y su esposo Sócrates Navarro comenzaron a retirar el lodo de su casa. Al verlos solos, trabajadores del municipio de Santa Eulalia ayudaron en esta labor, con lampas y carretillas.
"Hemos perdido todo. Cuando empezó la emergencia, mi familia se encontraba almorzando. Entonces escuchamos un fuerte golpe, pensamos lo peor. Salimos corriendo a ponernos en un lugar seguro y cuando terminó todo vimos nuestra casa destruida", relata entre lágrimas Carmen Cárdenas.
Hasta el momento, los huaicos han provocado que 96 familias de Ricardo Palma, Santa Eulalia, Chosica y Chaclacayo sufran daños en sus viviendas por acción de del lodo y las piedras. Además, 15 personas quedaron heridas, algunos presentan fracturas en las extremidades o cortes y golpes en la cabeza.
Luis Suazo, secretario general de Instituto Nacional De Defensa Civil (Indeci), informó que la población vive en peligro inminente ya que la temporada de lluvias recién empieza.
Por ello, es importante que el trabajo de prevención sea constante para evitar que el número de damnificados producto de los huaicos sea significativo.
"Los técnicos se encuentran realizando una evaluación en la zona para ver la magnitud del problema. Las municipalidades deben seguir colocando muros de contención, el trabajo de descolmatación se debe hacer continuamente, viendo además en qué zona hay que realizar la limpieza de quebradas", señaló el funcionario.
¿Hay prevención?
La historia se repite cada año. Por ello, los vecinos de Lima este y Huarochirí cuestionan a sus autoridades locales, ya que no sienten que realicen el adecuado trabajo de prevención para mitigar los desastres.
El poblador de Santa Eulalia Renato Romero es uno de ellos. Él se vio afectado por los huaicos y por ello señala que el alcalde Abel Arteaga no hace un buen trabajo.
"La autoridad no existe, no hay apoyo, muchos vecinos hemos perdido nuestras cosas y no hay ayuda", lamentó.
En respuesta, el alcalde Arteaga señaló que, a pesar de su escaso presupuesto, sí llegaron a realizar trabajos de descolmatación de quebradas.
"El huaico del domingo hubiera afectado a más vecinos, pero los afectados son pocos", se defendió.
Una situación similar se vio en Chaclacayo, donde el alcalde David Aponte tuvo que enfrentarse a algunos de sus vecinos. Ellos le dijeron que el trabajo de prevención era nulo y cuestionaron su liderazgo.
"Usted debió haber visto estas prioridades. Ahora viene aquí a justificar su labor. Usted no ha hecho nada!", le reclamó un vecino indignado.
Ante el acoso de los vecinos y de los periodistas que se encontraban en la zona, Aponte solo atinó a decir: "Esta situación no ocurría hace 15 años. Tenemos que aceptar el momento desesperado de los vecinos. Los cambios climatológicos no solo se dan en Chaclacayo, sino también a nivel nacional".
En Chosica, en tanto, las lluvias ocurridas el domingo sirvieron de alerta. La población sabe que las verdaderas precipitaciones llegan en febrero y marzo.
Por eso pidieron reforzar las defensas en las 15 quebradas que existen en el distrito.
"Hemos empezado a trabajar, desde el 2015, con ayuda del Ejecutivo y la Municipalidad de Lima. Se colocaron mallas metálicas en Pedregal y Mariscal Castilla, Rayitos de Sol, en Carosio, en Quirio, en Santo Domingo y en Huampaní. Estas mallas de acero no permiten que las rocas pasen. Hemos construido diques de contención y muros", dijo el alcalde Luis Bueno.
Aseguró que su comuna viene trabajando en prevención, como la constante descolmatación de quebradas, retiro de basura y desmonte. Además, señaló que hoy todo su personal municipal realizará una gran jornada de limpieza del distrito.
Vía restringida
Y mientras eso pasa en los distritos, la Carretera Central se encuentra restringida. Solo se permite el paso de vehículos ligeros.
Al respecto, el ministro de Transporte, Martín Vizcarra, pidió que los camiones y transporte interprovincial de pasajeros tomen vías alternas.
Por este motivo, la Superintendencia de Transporte Terrestre de Personas, Carga y Mercancías (Sutran) brindó al público en general una serie de rutas alternas que pueden ser usadas para viajar al centro del país.
Una de ellas puede ser la Carretera Lima–Cochamarca. También la División Pasamayo–Div. Cochamarca, Cañete; Pilcomayo, Huaura–Ambo y Div. San Clemente–Huancayo. En todas estas rutas el tránsito es normal.
Actividades educativas
Ahora bien, los centros educativos de Chaclacayo y Chosica que realizaban clases de recuperación y vacaciones útiles, suspendieron sus labores debido a la emergencia. Estas serán reprogramadas.
Por su parte, la Unidad de Gestión Educativa Local (UGEL) 06 informó que está coordinando un empadronamiento de los niños afectados, con la finalidad de brindarles soporte socioemocional.
La directora regional de Educación de Lima Metropolitana, Killa Miranda, informó que se visitaron las 24 escuelas de Chaclacayo y Chosica y se han encontrado algunos daños leves en la infraestructura. Estos serán reparados.
EN CIFRAS
2 horas de tolerancia para ingresar a laborar tienen los trabajadores afectados por la caída de los huaicos en la zona este.
400 policías han sido desplegados en diferentes tramos de la Carretera Central.
300 soldados del Ejército también están apoyado en el despeje de las vías.
Fuente: La República
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