 |
Los ciudadanos debemos hacer política para que a través de ella y de múltiples acciones y estrategias gestionadas y, además, con nuestros propios esfuerzos como conciudadanos y dirigentes se pueda reducir la pobreza y, a su vez, se eleve el bienestar y la felicidad de todos los habitantes que viven y trabajan en una región (como la que pisamos).
En contraste con todos los demás operadores, líderes y pensadores regionales y locales, sanos y transparentes, de izquierda, derecha, o intermedio, y hasta híbridos (políticamente hablando) muchas veces nos negamos a dar al propio estado el reconocimiento de haber cumplido con la sanción moral política y civil a quienes han y vienen cometiendo acciones que todos están de acuerdo que son de carácter inmoral, ilegal y criminal contra la fe democrática de cualquier persona o grupo en la sociedad por no cumplir con sus funciones para las que fueron elegidos aquellos.
Hemos elegido representantes ciudadanos al Gobierno Regional y local a quienes debemos rechazar cualquier promesa futura, ya que como vemos, que hasta la fecha nada de acción. La defensa de los intereses por el bienestar de todos está desprotegida y nos muestra un estado desnudo, por decirlo lo menos, por el abandono total de la responsabilidad para la que fueron elegidos.
Me refiero y señalo directamente a aquellos cacasenos y bastardos políticos que nos gobiernan actualmente y que con total desparpajo y sinvergüencería quieren ser Presidentes Regionales o alcaldes locales. Si aquél o aquellos creen que pintando las calles con su logo, la gente va a olvidar su incapacidad de gestión, qué crédulos por Dios.
Si creen que somos el cuerpo completo e inerte de un niño tarado de fábula, se equivocan. La historia nos demuestra que para ser moral basta proponértelo; pero para ser inmoral hay que poseer condiciones especiales (…ojo, consejero representante de esta parte de la región y regidores municipales candidatos).
M. Gandhi, decía alguna vez, que aquél que retiene algo que no necesita es igual a un ladrón (me refiero a aquellos que retienen y manipulan con interés personal la fe de un pueblo ansioso, desesperanzado y muy pobre como el nuestro); por lo tanto, no creen ustedes, amigos lectores, que se podría añadir que la ocasión hace al ladrón y a los inmorales. ¿Qué opinarán ahora nuestros consejeros regionales y municipales?
(Econ. Víctor Eleazar Alvino Guembes)
No hay comentarios:
Publicar un comentario