viernes, 16 de noviembre de 2012

OTRA COMUNIDAD CAMPESINA EN PIE DE LUCHA CONTRA CHEVES, LIPLE TOMA INSTALACIONES DE TRANSNACIONAL CANSADOS DE TANTOS PASEOS

Localidad del distrito de Naván, provincia de Oyón dedica en un 90 % a la fruticultura ve perjudica su producción ordinaria por contaminación generada por trabajos efectuados por la empresa  

Últimamente no es novedad escuchar sendas y radicales protestas contra la empresa generadora eléctrica Cheves que realiza trabajos de implementación del mega proyecto en la cuenca Huaura Oyón, en rechazo por los abusos que viene cometiendo en el área de influencia directa e indirecta, contaminación socio ambiental y los casi frecuentes incumplimientos de promesas de pactos colectivos.

Está vez, igualmente indignados y cansados por la contaminación ambiental y cuestionables paseos de Cheves, la comunidad campesina de Liple, ubicada en el distrito de Naván, provincia de Oyón, región Lima acordaron tomar las instalaciones de la cuestionada empresa en su jurisdicción.

La toma del área de comunicaciones de la empresa generadora instaladas en la zona de Arca de Noé se produjo al medio día de la víspera y será suspendida solo cuando encuentren solución a sus demandas de parte del mismísimo gerente general Ronald Breña.

La gota que derramó el vaso de la paciencia de los comuneros de Liple fueron los permanentes paseos que han sido objetos desde el año pasado, sin encontrar una salida objetiva a sus exigencias que están orientadas a evitar la contaminación que generan los trabajos de Cheves contra las áreas de cultivo frutícula; así como una reparación civil por los daños ya causados en la presente producción que no ha sido normal como en otras temporadas.

Está comunidad se dedica en un 90 % a la producción frutícula de melocotones, palpa fuerte y chirimoya Cumbe, la misma que es reconocida a nivel nacional e internacional por la calidad de sus productos, que se ha visto alterada drásticamente con el inicio de los trabajos de Cheves, en la excavación de tres túneles frente a sus campos de cultivo, que a las finales han generado dramáticas pérdidas económicas.

Por este motivo, los comuneros pidieron a la empresa Cheves que realice estudios del impacto ambiental de sus operaciones en la actividad agrícola de Liple, pero según testimonios de los lugareños han contratado una empresa consultora para realizar dichos trabajos pero, cuando llegan por estos lugares paralizan sus maquinarias y no se observan efectos nocivos para los cultivos y la población.

De esa manera, no se encuentran causas de los efectos de la contaminación en la población de Liple que últimamente sufre enrojecimiento de los ojos, dolores de estomago, escozor en todo el cuerpo, entre otros males.

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