DELINCUENTES UN POCO MÁS Y SE LLEVAN UN EDIFICIO EN CONSTRUCCIÓN EN HUANDO - HUARAL

9 sujetos encapuchados redujeron al personal, los ataron de pies y manos y cargaron con todo desde vibradoras hasta un balón de gas

La delincuencia mantiene en sosobra a los habitantes de la región Lima, ya nadie se salva de su accionar criminal, mientras que la policía nacional no se da vasto para contrarrestar lo que parece su avance incontenible mientras las autoridades regionales no hacen nada por resolver el tema, por más que fue una de sus promesas de campaña, parecen ahora no recordarlas. 

Es así, que el último domingo 25 de noviembre a horas 10:00 p. m. 9 avezados delincuentes cubiertos con pasamontañas y provistos con armas de fuego ingresaron violentamente a la obra de mejoramiento que se realiza en el Instituto Superior tecnológico Agropecuario Huando, que se ubica, en la ex hacienda Huando, famosa por su producción de naranjas, provincia de Huaral, región Lima, para llevarse todo cuanto pudieron cargar.

Los cacos hicieron de las suyas aprovechando la falta de vigilancia policial en Huando, redujeron a golpes a los vigilantes particulares Patricio Vásquez Gastaneduy (59) y Eusebio Lazarte Pérez (60), los amarraron y encerraron en una habitación en construcción de la nueva sede educativa del Instituto en mención.

Fue tal la agresividad que le rompieron la cabeza al vigilante Eusebio Lazarte, quien tuvo que se trasladado al Hospital de Huaral para recibir la atención médica que su herida contusa cortante en región parietal izquierdo requería.

CARGARON CON TODO

Los asaltantes permanecieron en el local en edificación por hora y media, para luego llevarse un vehículo enseres como vibradora, taladro, martillo eléctrico, radial eléctrica, esmeril, cortadora de fierro, teodolito topográfico, nivel topográfico, mira de nivel topográfico, cable vulcanizado, arnes de seguridad, 50 polos con logos de la empresa, 50 pantalones drill, 50 botas de seguridad punta de acero, computadora completa, impresora USB Internet claro, balón de gas, siete celulares.

SUPERVISIÓN DOLOROSA

En horas de la noche del día del asalto, la administración de la empresa encargada de la obra, solicita al Ing. Civil Engels Ortiz Samanamud (31) supervisar como estaban las cosas en el Instituto en construcción, pero jamás pensó encontrarse en una situación tan crítica, toda vez que fue golpeado co n la cacha de la pistola en la cabeza, amarrado y encerrado al igual que los otros trabajadores.

La misma suerte corrió, el trabajador Wilder Arévalo López que acompañaba al ingeniero Ortiz.