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Por José Alejandro Samanamud Rodríguez (*)
En aras de la modernidad jurídica que prontamente revestirá el distrito judicial de Huacho (refiriéndome a la aplicación de la Nueva Ley Procesal de Trabajo –Ley N° 29497), considero importante remarcar el objetivo de la normatividad laboral, especialmente en el Perú.
En primer lugar, es preciso recordar, con qué fin surge el derecho de trabajo; en ese talente, el maestro Javier Neves[1] , nos indica que el Derecho trabajo surge producto de la Revolución Industrial y de la iniciativa del Estado de garantizar que los sujetos puedan celebrar un contrato y que cumplan con lo pactado.
Pues, tradicionalmente, el empleador era el único quien establecía los derechos y obligaciones entre las partes, no obstante, la necesidad de empleo era mucho mayor que las posibilidades de encontrarlo, por lo que los trabajadores aceptaban el convenio que el empleador ofrecía, esto conllevo a un escenario de explotación, jornadas extenuantes y salarios miserables; es ahí, donde surgió un pensamiento socialista, el instrumento de presión laboral por excelencia: “la organización sindical”.
La fuerza que ejercían dentro de las entidades era de tal magnitud, que el Estado se vio obligado a intervenir determinando el contenido de los derechos y obligaciones tanto para trabajadores como para empleadores, lo cual años más tarde traería consigo el origen del Contrato de Trabajo.
Ahora bien, luego de esta pequeña introducción del surgimiento del Derecho de Trabajo, su finalidad se fue consolidando al transcurrir de los años hasta el día de hoy especialmente en el Perú, pues el derecho de trabajo ha tenido, históricamente, trascendental influencia derivada de la Constitución Política del Estado, destacando con ello la importancia que se le otorga al derecho laboral en sus normas, principios y valores.
En ese contexto, la Carta Magna obliga al Estado a la protección de los derechos laborales de los trabajadores mediante la intervención tuitiva del Derecho Laboral. ¿Pero qué se entiende por Intervención Tuitiva?
Esta característica es propia del derecho de Trabajo, es el proceso por el cual el Estado despliega todos sus mecanismos jurídicos para amparar a la parte más débil de la relación laboral, es decir: el trabajador; esto se fundamenta en la existencia de una desigualdad en el aspecto económico-social entre las partes del vínculo laboral, por cuanto el empleador posee una facultad de dirección, de administración y sancionadora; y frente a esto, el trabajador quedaría desprotegido, es allí donde interviene el Estado, pues su propósito es de compensar este desequilibrio con otro desequilibrio pero a nivel jurídico, plasmándose en el principio protector del derecho de trabajo, este se consagra al amparar al trabajador en todas las situaciones donde se vea desprotegido.
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[1] Neves Javier. Introducción al Derecho de Trabajo. Lima: Fondo Editorial PUCP, 2009, pág. 09-11
(*) - Bachiller en Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Privada Antenor Orrego de Trujillo
- Asistente Legal en el Estudio Jurídico Samanamud Grados
- Ha sido trabajador de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, sede Huamachuco.
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