El lema de la juventud y experiencia, no caló en estos dos personajes, puesto que de un tiempo a esta parte se han convertido en los más cuestionados, uno en la provincia de Cañete y el otro en la región Lima.
En medio de vítores llegó a la alcaldía de Cañete. La juventud de Alex Bazán, embriagó a un gran sector de la población convirtiéndolo en la mayoría relativa y de esta manera comenzar a conducir los destinos de la provincia llegando a esta etapa en un desgobierno total.
Escándalos protagonizados por sus propios regidores que - incluso - fue vacado su teniente alcalde (Ciro Cárdenas), denuncias por sobre valoración de obras, acusaciones serias de sus ahora ex funcionarios, funcionarios detenidos por presuntos actos indebidos, amen de rosarios que la población no olvida.
De Nelson Chui, ni qué hablar. Su basta experiencia que pregonó en la campaña, no le sirvió de nada para reivindicarse de su alicaída anterior gestión. Los padres de familia cansadas veces reclamaron para la culminación de su emblemático colegio.
El Hospital Regional, quedó truncada y sólo se pasaron echándose la culpa con su antecesor Javier Alvarado. Nada de nada. Las denuncias por la pésima atención en el Hospital Rezola y la Red de Salud Cañete - Yauyos, fueron el pan de cada día, no sólo de su pésima atención al público sino por los escándalos que se ventilaron por los cupos que recibían por un puesto de trabajo.
Ambos, con justa razón se merecen el desprecio de la población cañetana y de todos los pueblos de la región Lima.
(Wilfredo Cahllahua León)
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