Además, entregó dos camionetas patrulleras y un bus de dos pisos para trasladar a los efectivos y realizar operativos en cualquier parte de la provincia.
“Hemos asumido este reto, estoy aquí porque quiero verles tranquilos, necesitamos seguridad y es parte de nuestra política erradicar las organizaciones criminales del norte del país”, indicó Urresti muy enérgico y recalcó que en dos meses evaluará los resultados.
Fiel a su estilo, el ministro del Interior le declaró abiertamente la guerra a las bandas y organizaciones criminales enquistadas en la provincia, dirigiéndose directamente a los supuestos cabecillas.
“Esperemos que para marzo, los Wilson y todos estos cabecillas, que dicho sea de paso están plenamente identificados, se encuentren ya tras la rejas y esta ciudad y el valle tengan orden en sus calles para que esta zona sea un lugar de descanso y de paz. Trabajaremos para acabar con la delincuencia en todas sus formas”, dijo.
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