Una semana después de la entrada en vigor de la ley que permite el casamiento de parejas homosexuales en Francia, unas 300.000 personas, según la policía, iniciaron hoy una manifestación en París en su contra, bajo el despliegue de unos 4.500 efectivos de la seguridad para evitar disturbios violentos.
Entre los organizadores se encuentran la organización La Manif Pour Tous, opuesta a la ley, o el instituto Civitas, cercano a los católicos más tradicionales.
Los manifestantes quieren que se revoque la ley, aprobada en un largo proceso legislativo y finalmente ratificada la semana pasada. Gobierno y oposición se han acusado mutuamente de caldear los ánimos.
El ministro del Interior, Manuel Valls, recomendó a las familias con niños que no acudan a la manifestación por motivos de seguridad.
Se esperan cuatro marchas separadas a través de la ciudad, que podrían encontrarse en la plaza situada ante el histórico Les Invalides.
La primera boda gay en Francia amparada por la nueva ley se espera el próximo miércoles en la ciudad de Montpellier, donde Vicent y Bruno, de 40 y 30 años, se casarán.
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