Se acerca la fecha límite de permanencia de la Comisión Reorganizadora en la Universidad “José Faustino Sánchez Carrión”, Y hay dos bandos que se disputan la conducción por cinco años de la Universidad huachana, convertida en un botín por personas inescrupulosas, que han llevado a la universidad huachana, al sitial en la que se encuentra.
Y son los mismos de siempre, los que se disputan tan preciado tesoro. Son los dos bandos causantes de la desgracia y tragedia de esta Universidad, creada legalmente el 31 de diciembre de 1968, por el General Juan Velasco Alvarado.
Ha sido tan trágica la vida institucional de esta Universidad, que desde su creación ha tenido una larga lista de comisiones reorganizadoras, de las cuales solamente tenían el nombre, pues más bien vinieron a completar el caos y la corrupción existente al interior de esta Universidad.
Las últimas de ellas datan del año 1997, cuando el gobierno del autócrata Fujimori manda a uno de los personajes más cuestionados que haya pasado por esta universidad y que respondía al nombre de Leoncio Ruiz Ríos.
Este personaje hizo lo que quiso con la Universidad, teniendo serios cuestionamientos y denuncias por actos de corrupción, que lamentablemente fueron a parar a la “Lavandería del Norte“, que como era natural, “lavaron” las denuncias y Leoncio Ruiz Ríos, se pasea como si nada.
En noviembre del año 2000 asume sus funciones el Presidente de la Comisión Transitoria de Gobierno con Manuel León Julca, quien no produjo ninguna denuncia inmediata, contra Leoncio Ruiz Ríos, a pesar que se conocía la forma como había dilapidado los fondos de la Universidad Huachana.
El Dr. Valentín Paniagua al restablecer íntegramente el sistema democrático en el país, determina el cese inmediato de las comisiones interventoras en las universidades del país y la reposición de los docentes universitarios que habían sido despedidos por las Comisiones Reorganizadoras de las universidades estatales en las que se encontraba la Universidad “José F. Sánchez Carrión”.
La norma señalaba que las Comisiones Transitorias de Gobierno que habían sido nominadas exprofesamente en esas Universidades, tenían que evaluar el retorno de los despedidos.
LEÓN JULCA ABRIÓ LA PUERTA PARA QUE RETORNARAN TODOS, HASTA LOS MEDIOCRES
Desactivada la Comisión Reorganizadora en el año 2000, se designa una Comisión Transitoria de Gobierno por la ANR, presidida por el Mg. MANUEL LEÓN JULCA. Con él se permite la reincorporación irrestricta sin revisión de casos de docentes, entre los cuales se encontraban algunos renunciantes voluntariamente con dos años de antigüedad, como los casos de Aurora Ríos Colán, que llegó a ser Vicerrectora Administrativa y Nilo Tello Pandal, que fue designado Decano de la Facultad de Educación.
Manuel León Julca hizo todo lo contrario y abrió las puertas de la Universidad huachana, para que retornaran todos y sin cumplirse con el requisito exigido de la evaluación.
El retorno se dio por la puerta falsa, para algunos, pero no fue motivo para que hubiera propósito de enmienda por parte de los despedidos que, después de un largo período de lucha retornaban a la “Casa de Sánchez Carrión”.
Se hizo una ceremonia muy especial en el auditórium principal con la presencia de las principales autoridades de la provincia. Llegó David Waisman que ya había sido elegido Congresista y Segundo Vicepresidente de la República por las filas de “Perú Posible”.
AQUEL 30 DE MARZO DEL 2001
El 30 de Marzo del 2001, las puertas de la Universidad “José Faustino Sánchez Carrión” se abrieron de par en par. Ese día se efectuaría la ceremonia de reincorporación de los docentes despedidos. Allí estaban todos. Hasta los que habían renunciado y ya habían cobrado lo que la ley les franquea por cese.
Dos meses después, el 29 de Mayo del 2001, en las instalaciones del Club Tenis Huacho se designa a la Doctora Zoila Honorio Durand como Rectora. Lo acompañaban los Magíster Carmen Aranda Bazalar (Vicerrectora Académica) y Francisco Castillo More (Vicerrector Administrativo).
Era la primera autoridad mujer designada para tan importante cargo, luego de más de treinta años de vida universitaria.
Había triunfado el movimiento autodenominado MDU, a quienes el ingenio del estamento universitario, los bautizarían como los Tiwinzas.
El candidato perdedor, Carlos Chuquilín Terán y sus seguidores cuestionaron esta elección, señalando que el proceso era ilegal, porque la Asamblea Universitaria, fue presidida por el Magíster Manuel León Julca y no por el Comité Electoral según determinación de la ANR.
Carlos Chuquilín Terán tenía hambre de poder. No quedó conforme con el resultado del proceso al cual él había avalado y se fue en queja a la Asamblea Nacional de Rectores, a la Defensoría del Pueblo, a la Fiscalía de la Nación y a la Contraloría General de la República.
Poor su parte, el Sindicato de Docentes SINDOF se pronunció sobre la elección de la Dra. Zoila Tenorio:
”Los docentes reincorporados, conjuntamente con el SIDUH, cerraron filas ante sus nuevas autoridades universitarias y todos sin excepción disfrutaron del reparto de cargos en Unidades, Direcciones, Comisiones, etc. En particular consiguen la apropiación del más codiciado de los botines: La Facultad de Educación y PROFDOSA”.
TOMA DEL RECTORADO
El 19 de julio del 2001, un grupo de estudiantes toma la Oficina del Rectorado. Eran estudiantes que recibían el respaldo de los docentes que habían perdido las elecciones, entre ellos César Zelada Mendoza, Luís Baldeos Ardián y Gallegos Solís.
Al día siguiente de esta toma, llega el Fiscal Gómez, quien ordena descerrajar la puerta por parte de la Policía para ordenar el desalojo de los estudiantes.
Es en esos momentos que llega el docente Luis Baldeos Ardián quien increpa al Fiscal sobre la decisión a tomar. Luís Baldeos era de la idea que la autonomía ampara a los estudiantes para que puedan reclamar de esa manera.
Más atrás del grupo se escuchaba al docente César Zelada, decir que el acto se había dado en una Universidad y no en un domicilio y que el Fiscal tuviera mucho cuidado con lo que iba a hacer.
La Vicerrectora Académica Carmen Aranda llega presurosa a las incidencias y le manifiesta al Fiscal Gómez, que la medida extrema de los estudiantes es por otros motivos, ajenos al claustro universitario.
EL MDU: MOVIMIENTO DEMOCRÁTICO UNIVERSITARIO COLOCÓ Y SACÓ A LA RECTORA
El Movimiento Democrático Universitario (MDU), los “tiwinzas”, para la platea, llevó al triunfo a la doctora Zoila Honorio Durand con su lema de campaña: “Por un Gobierno Renovador, Democrático y Transparente”.
La lista Nº 4 ensalzaba las bondades de la Doctora Zoila Honorio Durand, señalándola como una profesional “de impecable trayectoria académica y conducta intachable y que expresa las banderas de cambio y renovación que enarbola el Movimiento Democrático Universitario (MDU)”.
El MDU decía que participaba en este proceso electoral para “acceder a un Gobierno que relance académicamente a nuestra Universidad, que gobierne democráticamente para los estamentos. Que sepulte aquella política criolla de acuerdos bajo la sombra, en función de las camarillas. Que desarrolle un gobierno transparente que liquide todo lo inmoral y mediocre que heredamos del corrupto Leoncio Ruiz Ríos”.
Se pensaba que la experiencia vivida como separados de la Universidad, los había hecho madurar a aquellos docentes que sufrieron en carne propia lo que hizo la nefasta Comisión Reorganizadora, pero sin embargo las cosas siguieron igual.
Se impusieron Decanos Encargados que no reunían los requisitos exigidos, a pesar de que en esas Facultades existían docentes con grados de Magíster o Doctores.
Se permitió que Docentes que tenían Dedicación Exclusiva realizaran labores en otras instituciones públicas.
El MDU decía que quería desarrollar un gobierno transparente para rechazar cualquier forma de manejo universitario, en función del clientelismo político, como ocurrió con el fujimontesinismo, cuando se nombraban docentes en función de camarillas y parentesco.
Pedían respeto a la Carrera Administrativa y Docente, para lo cual los ascensos deben realizarse tomando en cuenta rigurosamente la calificación profesional.
Y también decían que iban a desarrollar un Gobierno que reinstitucionalice la Universidad y se impongan la Ley y el Estatuto Universitario.
Finalmente el MDU rechazaba totalmente toda forma de corrupción, nepotismo y mediocridad.
Nada de eso hizo. Se hubieran cumplido sus promesas hoy la Universidad no estuviera como está. La ambición les ganó la moral a los tiwinzas.
EL SINDOF LOS DESENMASCARABA
El SINDOF era el otro sindicato reconocido en la Universidad huachana. Realizaba un trabajo de oposición y les hacía ver sus verdades a los tiwinzas.
Señalaban que se “había atentado sistemáticamente contra los derechos de los docentes, tal como fue el no atender sus reclamos de derecho a ascenso (Caso del profesor Julio Macedo) o el de docentes que reclamaban su reincorporación con criterio de equidad”.
Es decir, todo lo contrario a lo que pregonaban. Los tiwinzas señalaban que “era necesario reinstitucionalizar la vida académica de nuestra Casa de Estudios. Que las Facultades funcionen democráticamente con autoridades libremente elegidas, que estimulen la investigación”.
¿Qué investigación?
DENUNCIA DE EX ESTUDIANTE
Luis Rey Villavicencio fue estudiante de la Escuela de Economía, denunciando oportunamente todas las irregularidades que se han dado al interior de la Universidad.
Villavicencio, señala:
“En el caso de los docentes universitarios, salvo honrosas excepciones, muchos de ellos no merecen ni estar en la Universidad.
¿Cuál ha sido la efectividad de las evaluaciones que también exige la Ley, que hasta ahora no se destierra la mediocridad, la corrupción y los diversos casos dolosos que han sido denunciados por los estudiantes?
Hay docentes que solamente vienen a marcar sus asistencias y luego se van a laborar en otras instituciones, en flagrante robo al Estado y perjuicio a los estudiantes.
El Auditor Interno lo sabe, pero no actúa, asumiendo complicidad.
Una verdadera evaluación debería expectorar a los mediocres y corruptos.
Las diversas gestiones y sus grupos de poder han permitido que docentes a dedicación exclusiva y a tiempo completo, que deben laborar 40 horas, dictan solamente 16 horas, pues 4 horas son tomadas “para la preparación de clases”, mejor dicho para fotocopiar las separatas de siempre.
Las otras 20 horas, que según la ley deben estar destinadas a investigación, se las ganan sin hacer nada, pues investigación le llaman, pasarse conversando de cafetín en cafetín.
Lo que es peor, en la práctica hay docentes que reducen sus horas para recargárselas a los docentes contratados.
O sea, un docente contratado a tiempo parcial por 20 horas, trabaja más, que un docente nombrado a dedicación exclusiva o a tiempo completo.
Pero los contratados ganan menos de la tercera parte de lo que ganan los nombrados.
Una verdadera evaluación debería expectorarlos, para dejar las plazas a profesionales de alta eficiencia que nos permitan producir profesionales y conocimientos al servicio de la sociedad y no hacer de esta Universidad una fábrica de títulos (muchos de ellos con certificados bambas), ni producción de mediocres individualistas, que si no ingresan a parasitar a los organismos del Estado, terminan pateando latas, significando como todo producto fallado, pérdida para el Estado.
HASTA PROFESORES ILEGALES
Que clase de profesionales se puede obtener de esta Universidad estatal, cuando al interior de la Universidad existen profesores mediocres, que retornaron a las aulas sin ser evaluados, como mandaba la Ley.
Y como era un zafarrancho, pues la gestión Chuquilín doró la píldora haciendo ingresar ilegalmente a 174 profesores con un Reglamento y acciones que violan la Ley Universitaria, el Estatuto Universitario, sobre el que es importante tener en cuenta que no contaba con presupuesto, no estaba considerado en el Cuadro de Asignación de Personal.
Se convoca para 117 plazas y se termina nombrando 174 (Resolución de Consejo Universitario Nº 031-2006-CU-UH del 23-III-2006).
Cuando llega la Comisión Reorganizadora encabezada por el aprista Rosadio Bernal, lo primero que hace, sin el mejor argumento, es despedir a estos ilegales, quienes ni cortos ni perezosos, se van a la “Lavandería del Norte”, quienes en un santiamén, los reponen.
Cuando el Congreso de la República dicta la norma de reorganización, decíamos que esta era incompleta, pues no se consideraba la reorganización de la corte superior de Justicia de Huaura. Que todos los actos para reorganizar la Universidad se iban a estrellar en este Poder Judicial de Huacho.
La Comisión Reorganizadora de la Universidad se va de Huacho y deja las cosas tal como las encontró, para el retorno nuevamente o de los tiwinzas o de la mafia que casi hace desaparecer a esta Universidad.
Si bien es cierto que se cortó la corrupción de una mafia, pero también es cierto que al no verse sancionado a nadie, la cosa sigue igual.
Si se robaron hasta un millón de soles y a los reorganizadores no les importó un comino. Se van y el millón no aparece y los angelitos que se llenaron los bolsillos, seguirán trabajando como si nada.
Mientras tanto Feliciano Francia, el Fiscal expectorado, debe estar frotándose las manos.
Seguramente que ahora, los millón, serán capitalistas y hasta le podrán prestar plata a los tiwinzas o a sus legítimos patrones que retornarían por la puerta grande a seguir disfrutando de las arcas de esta universidad.
A celebrar a lo grande con la cerveza “La trampa” de Tomás Salcedo y su grupo.
(OPINIÓN REGIONAL)
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