Treinta años, siete meses y dos días. Walter Pérez Vásquez (63) lleva un registro mental muy preciso del tiempo que se desempeñó como docente. Aunque recuerda con cariño los colegios en que trabajó, la indignación lo invade cuando le preguntan si sus esfuerzos han sido retribuidos.
—He sentido una satisfacción enorme mientras estuve en servicio activo durante más de 30 años, señala.
Su respuesta, sin embargo, esconde un antiguo reclamo: su pensión como jubilado, nos la revela tras mucho insistir, apenas supera los S/ 800.
El caso de Walter es uno de los muchos que existen en el Perú. Según la Asociación Nacional de Cesantes y Jubilados de Educación (ANCIJE), en el país existen más de 122 mil docentes retirados cuya pensión promedio es de S/800.
Erick Villanueva, presidente del gremio, asegura que ese monto "está congelado desde hace unos 20 años por una ley que dictó el gobierno de (Alberto) Fujimori".
"Nuestro problema es netamente económico y social. Lo educativo y académico para nosotros ya pasó a segundo plano por nuestra condición de jubilados", declara el dirigente a La República.
"Pago es injusto"
No importa cuán sacrificada ni destacada sea la labor realizada, añade Villanueva, la pensión resulta siempre injusta y "poco digna" porque el Estado no les reconoce a los docentes varios "derechos pensionables".
Walter Pérez, por ejemplo, hizo la mitad de su carrera en el distrito de Mazán, en la provincia loretana de Maynas. Allí, cuando se inició como maestro, la escuela a la que llegó a enseñar no tenía nombre ni local.
"Su numeración era 60304. No era más que tablas puestas cerca del río Napo que nos inundaba todos los días. (...) Ahí habré trabajado unos 10 años", recuerda. Varios años después, tras gestiones que él mismo lideró, el colegio fue "bautizado"como Jorge Basadre Grohmann y su local se construyó con material noble.
"Antes los poblados parecían des-poblados. Uno tenía que ir a buscar a los alumnos para llevarlos a estudiar, teníamos que insistir (...). Ahora debemos insistir para que aumenten nuestras pensiones paupérrimas", añade Pérez con enojo.
ANCIJE propone que cada maestro en retiro reciba S/500 adicionales, fuera de los pagos por preparación de clases, refrigerio, movilidad y otras asignaciones extraordinarias pendientes de pago. Evaluar esa petición ahora está en manos del nuevo gobierno.
"Nos hemos dirigido al presidente electo, el señor Pedro Pablo Kuczynski, que nos convocó a una reunión el 24 de mayo. Allí asistió su vicepresidente Martín Vizcarra, quien se comprometió a estudiar y atender nuestros problemas. Incluso se firmó un acta de compromiso", asegura Villanueva.
"Falta una reforma"
El Sindicato Único de Trabajadores de la Educación del Perú (Sutep) considera que hace falta una nueva reforma del régimen de pensiones.
Alfredo Velásquez Acosta, secretario general del ese gremio, asegura que dentro de 10 años el 17% de los docentes que hoy están en actividad pasarán al retiro. Esto significará que unos 70 mil maestros dejarán de dictar clases.
"Se está reduciendo la cantidad de maestros activos y nombrados y se está incrementando el número de profesores contratados, que hoy suman 111 mil. Ellos no gozan de escolaridad ni otras bonificaciones", dice Velásquez.
Según el dirigente, en algunos casos las pensiones ni siquiera superan los S/500. "Esa no es una retribución justa para muchos maestros que han dado años de su vida al servicio del país. Las autoridades, por lo menos, deberían estar dispuestas a dialogar", concluye el dirigente.
Economía decide
Voceros del Minedu aseguraron que la decisión de elevar o no las pensiones debe ser evaluada por el Ministerio de Economía.
Si la propuesta es viable, el Poder Ejecutivo podría autorizar el incremento mediante un decreto supremo.
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