lunes, 18 de julio de 2016

SIN MUCHOS MOTIVOS PARA CELEBRAR EN EL GOBIERNO REGIONAL DE LIMA


EN BLANCO Y NEGRO. En contraposición a los verdaderos propósitos que buscaba la creación de los gobiernos regionales, al iniciarse el proceso de descentralización, el gobierno regional de Lima, en estos 14 años aun no ha logrado estar cerca de la gente, asumir sus históricas necesidades y atenderlas con la finalidad de contribuir a la mejora de la calidad de vida de los habitantes de las 9 provincias y los 128 distritos, con mayor capacidad que el gobierno central.

Seguramente existen aportes saludables en estos primeros 15 años, pero en lo medular, aun queda el sabor amargo de tener un nivel de gobierno que cada vez se burocratiza más y más, tal como sucedía con los organismos y dependencias del gobierno central, lo que no debería ser, porque de lo que se trata es que el gobierno regional tenga la capacidad de atender a sus habitantes con la prontitud, oportunidad y seguridad que la ocasión demanda.

Es más, tanto el gobierno regional de Lima como el gobierno central, parece que se han desentendido de consolidar la descentralización porque desde las competencias que transfirieron a los gobierno regionales en los primeros años de los mismos, hasta ahora no se trasfieren otras más.

SOLO TRES

Siendo más detallistas, que motivos de celebración pueden haber durante la segunda gestión del gobernador regional Nelson Chui, si es uno de los que menos ha hecho para que el gobierno central transfiera más competencias a las regiones.

Debemos recordar, que fue el primer gobierno regional de Lima, a cargo de Miguel Ángel Mufarech Nemy, que dicho sea de paso fue por el impulso de los entonces mandatarios regionales, que logró que el Gobierno Central transfiera a las regiones los neurálgicos sectores de Educación, Agricultura y Salud.

Pero a la actualidad, aun no transfieren competencias en otros sectores que deberían darse para que los gobiernos regionales cumplan con atender a sus determinadas jurisdicciones como la región Lima, como en Energía y Minas y otros.

Es, buenos señalarlo que sobre el particular, el expresidente regional de Lima Javier Alvarado Gonzáles del Valle tampoco ha sido capaz de lograr que el gobierno central, como el de Ollanta Humala al que estuvo muy cerca, le transfiera otro u otros sectores que hace rato requieren las regiones.


SIN IMPACTO
Si como la falta de más transferencia de competencias no fueran los únicos problemas que afronta el gobierno regional de Lima, ahora tiene que sumarse la clamorosa ausencia de obras de impacto regional en diversos sectores.

Siendo un misterio, que alguien que dice tener experiencia de gestión como Nelson Chui, no tenga la capacidad de hacer obras de impacto regional, para encima quejarse que el presupuesto de las regiones es muy poco, cuando no demuestra eficiencia en  la inversión de lo que tiene como presupuesto de gestión.

SIGNOS DE CORRUPCIÓN
Y finalmente, lo que caracteriza actualmente al gobierno regional de Lima, no solo es que muestra incapacidad de gestión, sino que desde hace un buen tiempo se vienen institucionalizando acciones que lindan con la corrupción, desde los más altos niveles de gestión.

Pero eso parece a nadie preocuparle.

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