miércoles, 7 de enero de 2015

2015, EL AÑO DE LA FE Y EL OPTIMISMO REGIONAL

Por: Javier Iván Arenas


Coincide el nuevo año con el cambio en el timón del gobierno regional de Lima. Como se sabe el expresidente Javier Alvarado abandona el cargo con la mayor de las desilusiones, el camino emprendido por su gobierno nunca forjó los pilares del desarrollo y el progreso a lo largo y ancho de nuestra geografía regional. 

Asume Nelson Chui, quien la política, por esos azahares del destino, le da la oportunidad para volver a construir las bases de un futuro diferente, en beneficio, sobre todo, de los niños, mujeres y hombres que todavía lidian con la exclusión y la pobreza. 

Estoy seguro que desde hace doce años, cuando las regiones no existían, el capital humano y social de nuestra región ha crecido por un camino diferente al del estado regional. Mientras en esos doce años las políticas del gobierno regional iban dirigidas a solventar una burocracia ineficiente, insensible muchas veces y destinadas a buscar reelección, miles de mujeres y hombres se volcaban en base a su iniciativa y capacidad a crearse su propio empleo, formar empresas, asumir riesgos, tentar alternativas, es decir, crear riqueza. 

No debemos dudarlo: nuestra región tiene un "gran pueblo emprendedor", las fuerzas productivas están vivas y con la capacidad intacta para hacer la verdadera revolución constructiva y debemos rendirle un homenaje.

Estos últimos cuatro años han sido como un vendaval que desinflaba las esperanzas en el cambio. Alvarado no era el estadista que asustaba con su buena estrella sino solo un político aupado por la fortuna y el voluntarismo. A pesar de eso, nuestro “pueblo emprendedor”, es decir esos miles de mujeres y hombres siguieron su camino a paso sólido, sin esperar un pan o migajas del gobierno regional insensible. 

La pregunta que aqueja ahora es ¿será con Nelson Chui lo mismo? La vida ha vuelto a ponerlo al frente del gobierno regional y solo el tiempo y la razón, ¡la divina razón! podrán decirlo. Pero aun así, si el gobierno regional vuelve a alejar de sus objetivos el servicio al ciudadano y su capacidad para hacerle la vida más tranquila a sus habitantes, el “pueblo emprendedor” seguirá marchando a pesar de las inclemencias de los tiempos y la lejanía de los políticos, marcando el desarrollo y delineando el progreso de nuestra gran región.

Si algo tiene este “pueblo emprendedor”, estoy seguro, es la capacidad para no atormentarse. La fe y el optimismo le sobran. Si no pudieron culminar sus metas y objetivos, seguirán sin pedirle nada a nadie. 

Si el año que pasó la suerte y el éxito se alejaron, seguirán caminando con el ejemplo del padre y del abuelo que abandonaron todo por una causa, por los sueños. Ese “pueblo emprendedor” ha convertido el problema en oportunidad, el fracaso en lección y tiene las ganas para hacer de sus sueños la realidad más pura y dura.

Escribo todo esto mientras pienso que acaso lo que nos falta es construir todos un gran sueño, el sueño regional. No es necesario invocar al pasado ancestral y milenario sino construirla porque la historia, como se sabe, no es el pasado sino el futuro. Por lo tanto Dios bendiga a sus hogares. Y a usted, que es parte de ese gran “pueblo emprendedor”, solo me queda decirle que su Fe y Optimismo es tan grande como el mundo que Dios creó.

Con la ilusión y alegría de siempre, un feliz año 2015. Un gran abrazo.

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