ERA PREDECIBLE. En la víspera un equipo de profesionales y técnicos que conforman la comisión de transferencia del electo gobernador regional de Lima para el periodo 2019 - 2022, Ricardo Chavarría Oria, llegaron hasta la sede del Palacios Regional de Agua Dulce para poder iniciar el proceso de rendición de cuentas y transferencia de gestión con la administración del saliente gobernador regional Nelson Chui, pero amparándose en meros trámites burocráticos se negaron a brindar las facilidades correspondiente.
Si bien es cierto la normatividad correspondiente sobre rendición de cuentas y transferencia de gestión señala que la gestión entrante presente la credencial respectiva emitida por el Jurado Nacional de Elecciones o Jurados Electorales Especiales descentralizadas, pero entendiendo que el plazo para una buena y transparente transferencia es corto, el gobernador Chui debió dar las facilidades del caso, porque si nada debe, nada debe temer, o ¿no será así?.
Ahora solo queda esperar que el JNE entregue sus credenciales al nuevo gobernador Ricardo Chavarría para que pueda iniciarse el proceso de transferencia en el gobierno regional de Lima, de manera oficial, pero hubiera sido resaltante que el saliente gobernador Nelson chui brinde las facilidades del caso, lejos de resistirse a un proceso que tarde o temprano se dará.
Si hubiera brindado las facilidades del caso, a la comisión de transferencia del entrante gobernador Chavarría, dejaba una buena impresión en la memoria de la población de la región que sabe como es en realidad, quedando en evidencia al resistirse a iniciar la entrega del cargo amparado en barreras burocráticas.
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