miércoles, 11 de septiembre de 2013

FRANK SALOMON: “EN EL MANUSCRITO QUECHUA DE HUAROCHIRÍ ES NOTORIA LA CERCANÍA DE LO SAGRADO”

(Profesor de la Universidad de
Wisconsin-Madison (EE.UU.)
En 1608, aproximadamente, el probable compilador y autor del Manuscrito quechua de Huarochirí, el indígena Cristóbal Choquecasa, inició una de las más importantes obras de la literatura peruana. Una obra que, a decir de los entendidos, es el más grande esfuerzo por recoger la mitología y mentalidad andinas a pocos años de haberse iniciado la conquista, así como la transformación de sus estructuras, creencias y relaciones. El Dr. Salomon ha dedicado gran parte de su vida al estudio del mundo andino y, sobre todo, a este manuscrito, al que considera “el primer libro peruano que nace de lo peruano”.


¿Por qué un texto como este ha tenido tan poca difusión fuera del ámbito académico?
Ese es un fenómeno que me tiene sorprendido. Supongo que la raíz del problema es que, incluso la gente estudiosa, ve al quechua como algo distante. Otro punto es que haya sido publicado con el título de ‘manuscrito’ porque, para el público en general, esa palabra es sinónimo de ‘reliquia’ y no deja intuir su importancia.

¿Cuál es esa importancia?
Es evidente que el autor de esta obra se esforzó en componer los elementos legendarios en una obra unificada, con el propósito de reivindicar la cultura como un sistema de pensamiento y no solamente como una mezcla de cuentos fantasiosos. Considero que otra razón de su poca difusión es que se trata de un libro difícil.

¿En qué consiste esa dificultad?
Es escrito por una persona no muy conocedora de las ideas y del estilo de narración españoles. A diferencia de Huamán Poma, Choquecasa no supo empaquetar sus ideas de forma que sean inteligibles para lectores que no estuvieran empapados de las ideas y geografía andinas; por ello, la narración les puede parecer incoherente.

¿Qué pretendía el autor al realizar esta obra?
Lo magnífico de esta obra es que el autor decidió hacer un emprendimiento intelectual sumamente innovador: colocar conocimientos indígenas en un marco intelectual súbitamente aumentado por la presencia de cristianos y europeos hasta integrarlos con una cronología global de las narrativas de otras partes del mundo.

¿Cómo se da este proceso?
En varios pasajes, especialmente en la primera parte del libro, se busca cotejar momentos como el diluvio de Huarochirí con el Diluvio Universal. Sin embargo, va perdiendo ese hilo y, cada vez más, se introduce a la óptica huarochirana. Este es el más profundo de los libros sobre el desarrollo original del cristianismo andino.

Es, además, un libro que nace de una persecución.
Así es. Francisco de Ávila, el extirpador de idolatrías, quien es considerado el traductor original, se interesó en el recojo de estas tradiciones, en parte, por motivos teológicos, pero también porque quería implicar a varios huarochiranos en prácticas no cristianas. Ávila tuvo muchos problemas con sus feligreses y fue acusado varias veces de delitos graves. Es maravilloso cómo este libro se autolibera: a pesar de que nace de la persecución, termina llegando más allá de lo previsto.

¿Qué nos dice el texto de la cosmovisión de los huarochiranos?
Decir cosmovisión es una especie de inflación conceptual típica de nuestros tiempos. En Huarochirí, el concepto de poderes superhumanos tiene que ver con conceptos cercanos. La mitología es un mecanismo de ascenso que nos ayuda a ir más allá de las relaciones genealógicas hasta conectarnos con remotos seres que son una especie de parientes universales. Según lo que podemos ver en el manuscrito, para el autor lo sagrado está muy cerca, es algo muy nuestro, son parientes, los podemos ver, tenemos con ellos una relación de intimidad religiosa.

¿Cuál es el rol de Huarochirí en relación con las culturas sur andinas, durante la etapa precolombina?
La importancia de Huarochirí ha sido mucha, tanto dentro como fuera de la cultura inca. Hay que superar este prejuicio de que lo medular de lo andino es lo surandino. La región del centro posee intensos atributos andinos. Por ejemplo, el quechua de esta zona es bastante distinto al de los incas. Además, hay variaciones regionales e, incluso, una lengua propia emparentada con el aimara, un dialecto aru.

¿Qué cambios se dieron al llegar la época de la Colonia?
El camino normal de Lima, la capital española, hacia Cuzco, la excapital inca, pasaba necesariamente por Huarochirí. La encomienda de Huarochirí fue enormemente valiosa, por lo que se produjo una constelación colonial muy densa: sus curacas eran muy poderosos y, por supuesto, hubo mucha explotación contra los indígenas, al punto que, en 1750, hacia fines de la época colonial, fue escenario de una gran rebelión, violenta y sangrienta, originada por huarochiranos residentes en Lima. De hecho, hace poco se ha publicado la autobiografía del español encargado de sofocar esta rebelión, Sebastián Franco de Mello, con un estudio preliminar de la Dra. Karen Spalding, profesora del Programa de Estudios Andinos.

Simposio internacional
El Programa de Estudios Andinos de la Escuela de Posgrado, el Departamento Académico de Comunicaciones, la Facultad de Letras y Ciencias Humanas, y el Instituto Francés de Estudios Andinos organizaron, durante la semana pasada, el Simposio Internacional “El Manuscrito quechua de Huarochirí, circa 1608”. Participaron como ponentes internacionales Gerald Taylor (C.N.R.S, Francia), Frank Salomon (University of Wisconsin-Madison, EE.UU.), entre otros destacados especialistas sobre el tema.

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