¡HASTA LUEGO, MAESTRO! El ingeniero Julio Kuroiwa Horiuchi, natural del distrito de San Luis, provincia de Cañete, sur de la región Lima, dejó de existir en la víspera, generando profunda tristeza y vacío con su partida.
Es bueno señalar que el notable sismólogo nacional, no solo era reconocido como tal en nuestro país, sino a nivel internacional, por ello, no han cesado las muestras de dolor y pésames de diversas personalidades e instituciones.
Julio Kuroiwa, en su condición de Ingeniero, fue profesor emérito de la Universidad Nacional de Ingeniería. Su imprescindible labor en la prevención de desastres en el Perú y el mundo fue trascendental.
Debe tomarse en cuenta que su carrera como experto en gestión de riesgo de desastres se originó en el curso de capacitación sobre la sismología en Japón durante los años 1961 y 1962, y al regresar al Perú introdujo el curso de sismología en las universidades del país.
Fue el primer director del CISMID, fundado con el apoyo de Japón en 1976. Durante más de 40 años, Kuroiwa dedicó innumerables investigaciones y consultorías en el campo de la gestión de riesgo de desastres en Perú y varios países latinoamericanos.
Desarrolló planes para reducir los daños por tsunamis en Tumaco, Colombia; Salinas, Ecuador; y la costa suroeste de Perú, entre otros. La Gestión del Riesgo de Desastres propuesta por él se convirtió en Política Estatal del Perú en 2010, y ahora se requiere que todos los proyectos de ingeniería tengan este componente.
Desde 2012 hasta la fecha participó como consultor en varios proyectos importantes para reducir los impactos del tsunami en edificios, infraestructuras y ciudades, como la Estación Terminal de Lima - Metro Callao Nº 2 y el túnel bajo la nueva pista del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez.
Lo que podemos decir, por tan irreparable pérdida física, es ¡Hasta Luego, Julio Kuroiwa!
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