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Por Econ. Víctor Alvino Guembes
¿Saben ustedes: Señor gobernante regional, alcaldes provinciales y locales de la Región Lima, que la mejora en las perspectivas de una población ávida de mejoras en su bienestar y en la proyección del avance de su situación económica y laboral se sustenta en la confianza de la culminación eficiente de las obras de inversión planteadas por la sociedad en general y encargadas a su gestión? Si lo saben.
Entonces difundamos lo bueno hecho y mejoremos lo que se necesite y empecemos lo pendiente. Lo digo con la mejor buena fe. Sin embargo, la realidad en que vivimos nos demuestra todo lo contrario. Escasas obras de impacto –por lo menos no conocemos muchas- , obras muy mal hechas, corregidas al vuelo, fuera de tiempo, sin sostenibilidad, otras prometidas y comprometidas, pero finalmente postergadas –dizque por falta de presupuesto u olvidadas, entonces por qué se proyectaron si iban a ser un mero saludo a la bandera.
Todo esto mencionado nos demuestra la ineptitud de la gestión, el desgano por hacer lo necesario, la ligereza de prometer lo que no se va a cumplir, el conformismo de una población cada vez más acostumbrada al error y a la indiferencia –muchos llevando como lema y bandera la triste frase: “Que robe, pero que haga obra” o a la hora de elegir llevar en la mente votaré por el gobernante que menos robó- ¡Qué problemita tan grave tenemos hoy¡ Tener que buscar mejores personas con más valores para que nos dirijan y desterrar en la población mentalidades que no conducen a nada en nuestro presente y futuro inmediato.
Por lo tanto, estimados lectores difundamos lo bueno, los valores humanos, la solidaridad, la justicia, la equidad económica, denunciemos la corrupción, promovamos la transparencia en la gestión, somos una población excelente, con mucho porque dar, el premio será en beneficio de todos y la felicidad será nuestra, para nosotros y los que vienen detrás.
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