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Antes de iniciar el punto central de este breve párrafo de celebración por el día 8 de abril DIA DEL ECONOMISTA, mi reconocimiento a aquellos que ya no están, los que estamos aún y los que en el futuro vendrán a seguir contribuyendo con su aporte científico a la trasformación de la realidad económica más justa.
Les recuerdo que mediante la promulgación de la Ley N°15488, aprobada el 8 de abril de 1965 por el entonces presidente de la República, Fernando Belaúnde Terry, se declara que el Día del Economista se conmemore en el Perú cada 8 de abril.
Desde hace 51 años, es una obligación legal moral y de dignidad humana, amparada por la Constitución, que para prestar servicios relativos a la profesión de economista, que cumpla con ambos requisitos: título profesional y colegiatura.
El economista es un profesional experto en Economía que realiza estudios e investigaciones con el fin de desarrollar y perfeccionar teorías y métodos sobre el comportamiento de los mercados de bienes, servicios y trabajo y utilizan los conocimientos adquiridos para la formulación de políticas económicas y soluciones a los problemas económicos actuales o futuros, también asesora a empresas respecto a las tendencias del sistema económico para recomendar operaciones financieras y comerciales eficaces, anticipando riesgos.
Decidí escribir estas breves líneas para ustedes con el afán de compartir mi visión de que la economía es sencilla si la expresamos en términos fáciles. No voy a suponer que quien lee economía sabe a profundidad del tema. Creo que la economía no funciona en un vacío, sino en un contexto político, social e histórico. Es decir, ella sola no arregla los problemas: hay que ponerla dentro de un entorno más grande y estudiarla desde una perspectiva multidisciplinaria.
Aquel que hace economía tiene como un gran propósito: analizar aspectos relevantes de la realidad económica peruana y mundial a lo largo del tiempo con el objetivo de demostrar la aplicabilidad de la teoría económica para analizar casos concretos de la vida real. Y, también, servir de referente para la toma de decisiones de política económica futura.
Por qué no creer que los economistas podemos contribuir a que se construya el gran muro que rece en las afueras de cada ciudad: “En esta ciudad no existen pobres” Creo que un día muy cercano lo lograremos por el bienestar de todos quienes vivimos y trabajamos esforzándonos cada momento, con la herramienta de la equidad, la justicia y la solidaridad económica creando mayor felicidad para todos.
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