VIEJA ESTRATEGIA. Con la clara intensión de buscar impunidad y compasión en la población, la cuestionada gestión del gobernador regional de Lima, Nelson Chui Mejía, reconoció que existe "chuponeo" a consejeros y funcionarios regionales, como lo denunciáramos en exclusiva en La Jornada, pero con la trasnochada treta de que también es victima de intercepciones de sus comunicaciones al lado de sus funcionarios de confianza.
Inicialmente en La Jornada tomamos conocimiento que se trataba de 6 camionetas que habían sido adquiridas recientemente por el gobierno regional, las mismas que han sido asignadas a dos consejeros y cuatro funcionarios, con los dispositivos de audio para conocer todas sus comunicaciones.
Pero en las últimas horas, la gestión de Chui Mejía ha salido a decir que se trata de 26 camionetas que habrían sido "chuponeadas", pero sin mostrar ninguna prueba de ello, que vehículos son y a quienes se les han asignado, y cuando verificaron notarialmente el hallazgo de esos aparatos.
Al no haber ningún medio probatorio y ninguna acción concreta de denuncia penal del presunto delito de interceptación de las comunicaciones, es clara la intención, victimizarse antes las autoridades y la población, para no asumir responsabilidades que si las tiene en este vergonzoso caso de "chuponeo" en la región Lima.
MÁS CLARO QUE EL AGUA
Indignantemente, Nelson Chui manifiesta que también ha sido victima de "chuponeo" al igual que algunos de los consejeros y sus funcionarios, cuando hasta la fecha, el gobernador regional no se traslada en el vehículo oficial de la región, sino en una camioneta negra cerrada que no se conoce su origen.
Y lo otro, si se trata de un delito no hay más camino que acudir a la vía penal contra quienes resulten responsables, pero hasta el momento no hay nadie denunciado sobre el "chuponeo".
EL DELITO
De acuerdo a la Constitución, el "chuponeo" es una violación del derecho al secreto de las comunicaciones de las personas. La ley pena la interferencia y escucha de conversaciones privadas, por ello, más aya de mostrarse respetuosos del derecho a la intimidad de los demás, creemos que deben irse preparando para recibir todo el peso de la ley.
Porque una acción de esta naturaleza, como es "chuponear" a consejeros y funcionarios regionales, no puede se tomada por un funcionario de tercera categoría, sin duda alguna hay la presunción que la orden vendría desde lo más alto de la controvertida gestión de Nelson Chui.
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