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CUMPLIÓ CON FORMALIDAD. Las siniestras y escandalosas cartas fianza de la red mafiosa de la Cooperativa de Crédito y Ahorro para Empresas Exportadoras (COOPEX), gerenciada por el abogado Rodolfo Orellana Rengifo llegaron a la región Lima durante la gestión del presidente regional Nelson Chui y su entonces vicepresidente Luis Custodio Calderón, y simplemente las dejaron pasar.
Precisamente le correspondió, al hoy gerente general regional del gobierno regional Luis Custodio, dar trámite a las cuestionadas y famosas cartas de Orellana en licitación de obras, pero se justifica que las dejó pasar porque habían pasado en otras regiones y adjuntaban habeas corpus.
LA POLÉMICA
Como se sabe COOPEX habría otorgado cartas fianza a determinadas empresas o consorcios para justificar su solvencia económica, con la finalidad de prevenir a la entidad estatal que convoca a una licitación pública y que va a adjudicar una buena pro; en caso de que la empresa se quede sin fondos, la carta es el respaldo financiero que le permite cumplir con la obra.
En estos casos, obviamente, Coopex – que tenía un capital de tres mil soles – daba cartas fianza por sumas millonarias y en obras millonarias. Al contar con ellas, los gobiernos regionales o los funcionarios del Estado justificaban la buena pro a esos consorcios. En pocas palabras, solo se cumplía con la formalidad.
Es el caso del gobierno regional de Lima, durante la gestión del presidente regional encargado 2010 y hoy gerente general Luis Custodio, que se dejó pasar algunas de estas polémicas cartas fianza.
Para justificar el paso de las mismas, Custodio Calderón, manifestó que cuando un empresario gana el concurso para una licitación de obra recién presenta las cartas fianza, mientras tanto, los empresarios postulantes presentan otros documentos y la buena predisposición de entregar las cartas si resultan ganadores.
Precisamente le correspondió, al hoy gerente general regional del gobierno regional Luis Custodio, dar trámite a las cuestionadas y famosas cartas de Orellana en licitación de obras, pero se justifica que las dejó pasar porque habían pasado en otras regiones y adjuntaban habeas corpus.
LA POLÉMICA
Como se sabe COOPEX habría otorgado cartas fianza a determinadas empresas o consorcios para justificar su solvencia económica, con la finalidad de prevenir a la entidad estatal que convoca a una licitación pública y que va a adjudicar una buena pro; en caso de que la empresa se quede sin fondos, la carta es el respaldo financiero que le permite cumplir con la obra.
En estos casos, obviamente, Coopex – que tenía un capital de tres mil soles – daba cartas fianza por sumas millonarias y en obras millonarias. Al contar con ellas, los gobiernos regionales o los funcionarios del Estado justificaban la buena pro a esos consorcios. En pocas palabras, solo se cumplía con la formalidad.
Es el caso del gobierno regional de Lima, durante la gestión del presidente regional encargado 2010 y hoy gerente general Luis Custodio, que se dejó pasar algunas de estas polémicas cartas fianza.
Para justificar el paso de las mismas, Custodio Calderón, manifestó que cuando un empresario gana el concurso para una licitación de obra recién presenta las cartas fianza, mientras tanto, los empresarios postulantes presentan otros documentos y la buena predisposición de entregar las cartas si resultan ganadores.
"Cuando gana, una vez que se le da la conformidad, entonces acude a la persona respectiva, que en este caso es el de administración, y tiene que presentar de una vez los originales de cada uno de ellos", remarcó Custodio.
LO DEJARON PASAR
Si bien es cierto, el escandaloso caso de corrupción de COOPEX no había estallado y hecho público, pero ya existían indicios de que las cosas no marchaban bien, que los documentos eran "algo chuecas" y en el gobierno regional de Lima durante la presidencia de Custodio Calderón, encargado por licencia de Chui, simplemente las dejó pasar.
"Y uno de los temas fue las cartas fianzas, nosotros sabíamos en ese momento, no porque nos interesaba conocer quien es quien, sino, decíamos, si hay un documento, que esta presentando de una financiera que no es un banco, nosotros dudábamos, no porque sabíamos quien era Orellana, o que Orellana era por COOPEX, todavía no sonaba el señor", sorprendió el gerente general regional.
Si bien es cierto, el escandaloso caso de corrupción de COOPEX no había estallado y hecho público, pero ya existían indicios de que las cosas no marchaban bien, que los documentos eran "algo chuecas" y en el gobierno regional de Lima durante la presidencia de Custodio Calderón, encargado por licencia de Chui, simplemente las dejó pasar.
"Y uno de los temas fue las cartas fianzas, nosotros sabíamos en ese momento, no porque nos interesaba conocer quien es quien, sino, decíamos, si hay un documento, que esta presentando de una financiera que no es un banco, nosotros dudábamos, no porque sabíamos quien era Orellana, o que Orellana era por COOPEX, todavía no sonaba el señor", sorprendió el gerente general regional.
"Pero nos presentó la empresa un documento donde COOPEX había ganado un habeas corpus en Trujillo, y por lo tanto eso tenía validez, por eso paso", acotó.
RESPONSABILIDAD DE ALVARADO
El gerente Custodio no se quedó callado y mucho menos asumió una posición auto-crítica de responsabilidad en este controvertido y hasta delictivo accionar de COOPEX, sino que responsabilizó a la gestión del saliente presidente regional Javier Alvarado de haber cambiado las cartas fianza dejadas por la red de Orellana.
RESPONSABILIDAD DE ALVARADO
El gerente Custodio no se quedó callado y mucho menos asumió una posición auto-crítica de responsabilidad en este controvertido y hasta delictivo accionar de COOPEX, sino que responsabilizó a la gestión del saliente presidente regional Javier Alvarado de haber cambiado las cartas fianza dejadas por la red de Orellana.
"Que sucedió después, eso pregúntenle al otro gobierno, que en dos oportunidades lo ha cambiado, no, nosotros," finalizó.
LAS IMPLICANCIAS
LAS IMPLICANCIAS
En el caso de las cartas fianza de COOPEX, que también llegaron al gobierno regional de Lima durante la gestión Custodio - Chui, sin duda alguna, estamos frente a presuntos actos de colusión entre los funcionarios públicos y la empresa que ganó la buena pro.
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