Felipe de Borbón ya es rey de España tras la publicación en el Boletín Oficial del Estado, esta medianoche, de la ley por la que su padre, Juan Carlos I, ha abdicado del trono.
Juan Carlos de Borbón firmó ayer en el Palacio Real la ley de abdicación en su hijo primogénito, que fue refrendada por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y la entrada en vigor de esa norma se ha producido con su publicación en la gaceta oficial del Estado.
La proclamación de Felipe VI como rey tendrá lugar en una ceremonia solemne en el Congreso a la que asistirán diputados y senadores, así como representantes de los poderes del Estado y Cuerpo Diplomático.
Tras esa proclamación el nuevo monarca pronunciará el discurso inaugural de su reinado.
Felipe de Borbón, de 46 años, llega al trono de España tras la abdicación de su padre, Juan Carlos I, que ha reinado desde noviembre de 1975 y que el pasado día 2 anunció su renuncia a la Jefatura del Estado para dar paso a una etapa de impulso y esperanza representada por su hijo.
La esposa de Felipe VI y nueva reina es Letizia Ortiz, de 41 años, y la sucesión en la Corona implica que la princesa de Asturias y heredera del trono pasa a ser Leonor, de ocho años.
Leonor es la hija primogénita de los reyes Felipe y Letizia, que tienen otra hija, la infanta Sofía, de siete años.
DETALLES DE LA CEREMONIA
El príncipe Felipe de Borbón, en la primera hora del jueves, será proclamado rey de España ante las Cortes Generales, luego de que su padre, el rey Juan Carlos I, firmara la ley de su propia abdicación un día antes. Ahora todos deberán referirse al ex príncipe de Asturias como el rey Felipe VI.
El evento histórico se realizará en el Congreso ante los casi 700 diputados y senadores, el Gobierno y más de un centenar de invitados, como los presidentes regionales y expresidentes del país.
Aunque la ceremonia será sencilla, serán exhibidos la corona del siglo XVIII y el cetro del siglo XVII.
Después de un breve desfile militar, el rey Felipe VI y la reina Letizia recorrerán algunas de las calles y monumentos más emblemáticos de Madrid, como el Museo del Prado y la fuente de Cibeles.
La ceremonia de proclamación será austera debido a la crisis económica y a la tasa de desempleo de 26% en España, lo que ha hecho que el rey más nuevo de Europa sea relativamente frugal en las ceremonias formales de proclamación.
El palacio reconoció que la pompa ceremoniosa fue eliminada para mantener "los criterios de austeridad que recomiendan estos tiempos que corren".
El rey Juan Carlos, de 76 años, causó enojo cuando se fue a un safari en África en momentos en que muchos españoles pasaban por penurias económicas. Felipe, de 46 años, parece dispuesto a estar más a tono con los españoles y evitar los errores de su antecesor.
El histórico acontecimiento es tal vez más notable porque no incluirá banquete, sólo una recepción con tapas —bocadillos— que los invitados comerán de pie. Tampoco habrá realeza o gobernantes de otros países, desfiles ni ceremonias.
Para el estándar de la realeza, esto es humilde. Los invitados a la recepción tampoco beberán champaña, sólo vino espumoso de la región de Cataluña.
"Más que nada es un mensaje", dice Pablo Pérez López, profesor de historia moderna en la Universidad de Navarra, quien opina que al exhibir sobriedad en el gasto, los monarcas "muestran un cierto sentido de solidaridad en momentos de dificultad económica".
ASISTENTES
En la ceremonia de proclamación no estará presente Juan Carlos I, aunque sí la reina Sofía.Asistirán también las hijas del nuevo rey: Leonor, princesa de Asturias, y la infanta Sofía.
Acudirán también la infanta Elena, hermana mayor del futuro Felipe VI, y las hermanas de Juan Carlos I, Pilar y Margarita, además de familiares de la futura reina Letizia.
No habrá discursos ni palabras del rey Juan Carlos ni de su hijo, tan sólo una alocución a cargo del Ejecutivo para dar cuenta del contenido de la ley orgánica de abdicación aprobada mayoritariamente por el Parlamento.
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