viernes, 5 de abril de 2013

CINCO DE ABRIL, NUNCA MÁS

El jurista Carlos Rivera afirmó que un día como hoy, hace 21 años, el Perú vivió la acción más trágica y lamentable de nuestra historia republicana reciente, el autogolpe del 5 de abril de 1992, “porque rompió el orden constitucional y fue la puerta abierta para el ingreso, al Estado, de una mafia que gobernó el país casi una década”.

Fue un proceso delictivo perpetrado para afectar, entre otras garantías, los derechos humanos, de manera sistemática. Esta dictadura no debe suceder nunca más en nuestro país”, declaró.

Por ello, Rivera expresó la necesidad de convocar a la sociedad peruana para recordar este delincuencial acto, para que nunca más ocurra algo similar, “sobre todo cuando tenemos una larga tradición de caudillos y grupos de derecha, permanentes alentadores de golpes de Estado”.

El domingo 5 de abril, el entonces presidente Alberto Fujimori, con el respaldo de las Fuerzas Armadas, disolvió el Congreso e intervino el Poder Judicial. 

Luego de intensas presiones internacionales, ante la ruptura del orden constitucional, el dictador Fujimoriconvocó a elecciones para un Congreso Constituyente, en las que obtuvo una amplia mayoría.

Durante el Pleno del Legislativo de ayer, el secretario general de Acción Popular y congresista Mesías Guevara pidió la palabra para recordar como un día funesto para el país aquel autogolpe.

Guevara dijo que fue un hecho que nunca más debe volver a repetirse, por el bien de la democracia del país, al recordar que esta acción atentó contra la institucionalidad democrática y los diversos poderes e instituciones representativas del Perú.

Cuando hablaba, la bancada Fujimorista lanzó gritos en su contra, ante lo cual Guevara reclamó no ser interrumpido en el uso de su libertad de expresión y su derecho a hablar en el Congreso. “Hay quienes no les agrada por lo visto La Libertad de prensa y expresión”, apuntó en alusión a los Fujimoristas.

De igual modo se pronunció el parlamentario Rubén Coa, de Gana Perú, quien rechazó el resquebrajamiento del estado de derecho y recalcó que el autogolpe de 5 de abril hizo que el país fuera inundado por actos de corrupción.

Ante ello, los congresistas Fujimoristas Héctor Becerril y Luz Salgado defendieron a rabiar el autogolpe de su ahora encarcelado líder. Aseguraron que fue una medida aplaudida por la población y que permitió hacer frente al terrorismo.

ANTECEDENTES 
Uno de los motivos que habría impulsado a Fujimori a atentar contra la democracia peruana, con el fin de perpetuarse en el poder, en asociación con su asesor Vladimiro Montesinos, fue la incipiente corrupción que ya manchaba su gobierno.

En ese contexto, ocurrió la denuncia contra Fujimori y su familia, lanzada por su propia esposa, Susana Higuchi, por el tráfico de ropa donada proveniente del Japón, expuesta el 24 de marzo de 1992.

La mayor culpable era Clorinda Abusai, esposa de su cuñado Santiago, dijo Susana. Clorinda y Rosa, la hermana mayor de Fujimori y esposa de Víctor Aritomi, embajador de Perú en Japón, seleccionarían las pilas de ropa a ser distribuida entre los más necesitados apropiándose de la mejor y destinando las de segunda calidad a la venta de boutiques o en tiendas de ropa de segunda mano.

La periodista inglesa Sally Bowen recordó en su libro “El Expediente Fujimori”, como otro factor desencadenante del golpe que el Tribunal Constitucional había, en ausencia de Fujimori, paralizado dos medidas que retiraban los controles económicos, mientras que Carlos Boloña se enfrentaba a una nueva moción de censura en el Congreso. 

Además, agrega, “con el fin de debilitar aún más la posición de Fujimori. Alan García estaba haciendo un llamado para crear un frente político amplio desde el cual combatir el modelo liberal del gobierno y delinear una estrategia antisubversiva”.
(Javier Soto/La Primera)

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