Por Econ. Víctor Eleazar Alvino Guembes
En el mundo se infla a gran velocidad una enorme bomba financiera de destrucción masiva en el mercado de bonos. De hecho, no es nada nueva: comenzó cuando los bancos centrales lanzaron políticas monetarias ‘no convencionales´ tras la crisis de 2008-2009. Básicamente deprimieron las tasas de interés de manera artificial e inundaron de liquidez el mundo comprando activos, lo cual implica que la economía mundial no va bien.
A pesar de los “estímulos”, o mejor dicho, a causa de ellos –pues sólo sirvieron para hacer rebotar un “gato muerto”–, hay ahora un vuelo de los nerviosos inversores hacia la “seguridad”. Por eso los papeles de deuda considerados como “refugio” están encareciéndose. Por paradójico que resulte, hay una relativa “escasez” de papeles de deuda por la alta demanda de los inversores que salen de mercados emergentes”.
El encarecimiento de los bonos ha llegado al punto absurdo y ridículo de que haya un creciente número de ellos que pagan rendimientos negativos. Es el caso, por ejemplo, de valores de Alemania, Francia, Italia y Japón. Bill Gross, famoso inversor internacional de Janus Capital, escribió en su cuenta de Twitter que los rendimientos son los más bajos en 500 años de historia registrada, y que más de 10 billones (más de 10 millones de millones) de dólares en bonos ya pagan tasas negativas.
En el mundo se infla a gran velocidad una enorme bomba financiera de destrucción masiva en el mercado de bonos. De hecho, no es nada nueva: comenzó cuando los bancos centrales lanzaron políticas monetarias ‘no convencionales´ tras la crisis de 2008-2009. Básicamente deprimieron las tasas de interés de manera artificial e inundaron de liquidez el mundo comprando activos, lo cual implica que la economía mundial no va bien.
A pesar de los “estímulos”, o mejor dicho, a causa de ellos –pues sólo sirvieron para hacer rebotar un “gato muerto”–, hay ahora un vuelo de los nerviosos inversores hacia la “seguridad”. Por eso los papeles de deuda considerados como “refugio” están encareciéndose. Por paradójico que resulte, hay una relativa “escasez” de papeles de deuda por la alta demanda de los inversores que salen de mercados emergentes”.
El encarecimiento de los bonos ha llegado al punto absurdo y ridículo de que haya un creciente número de ellos que pagan rendimientos negativos. Es el caso, por ejemplo, de valores de Alemania, Francia, Italia y Japón. Bill Gross, famoso inversor internacional de Janus Capital, escribió en su cuenta de Twitter que los rendimientos son los más bajos en 500 años de historia registrada, y que más de 10 billones (más de 10 millones de millones) de dólares en bonos ya pagan tasas negativas.
“Los responsables de que se haya llegado a estos extremos son los banqueros centrales y sus aludidas políticas “no convencionales”, que en la zona euro y Japón ya imponen las mencionadas tasas negativas”. Gross advirtió que “esto es una supernova que explotará un día”. “No hay duda de que así será”. Goldman Sachs llega a acuerdo por US$ 5,060 millones para saldar fraude inmobiliario.
De acuerdo con Fitch, al 31 de mayo pasado había 10.4 billones de dólares en deuda soberana con rendimiento negativo. Japón lidera, por mucho, este grupo con 7.3 billones. No es casual que en la mente de los banqueros centrales esté abolir lo antes posible el uso de efectivo. Ya han comenzado en Europa con los billetes de 500 euros y se propone lo mismo con los de 100 dólares.
“¿Qué implica todo esto? Nada bueno. Quieren forzar a los bancos privados a prestar dinero o castigarlos con tasas negativas, cuando el problema es que antes han prestado demasiado. Un problema provocado por deuda, crédito y consumo desmedidos no se puede resolver con más de lo mismo”.
“Por supuesto, el dólar es un gigante de papel. El verdadero refugio financiero indestructible y permanente es el oro, seguido de la plata. Que nadie dude que los inversores más sensatos seguirán acumulándolos en físico. A esos inversores es a quienes sí debemos seguir” afirmamos los economistas.
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