Por: Javier Iván Arenas
Una minivan es sepultada por un alud de piedras y tierra en el kilómetro 86 de la carretera entre Churín y Huaura. La tragedia enluta a familias que aún no pueden tener sosiego ya que el rescate no termina. Este es el preciso momento en el que se abre la discusión y las preguntas cada vez se vuelven más incisivas. Las respuestas no cubrirán ni resarcirán el daño pero aliviarán en algo el grueso dolor de perder a un ser amado.
¿Qué generó el derrumbe? Se sabe que la carretera es una vía nacional de 104 km de largo y ha sido concesionada al consorcio Víal Huaura, alianza entre las empresas JJC y Andrade Gutierrez. Los trabajos de rehabilitación y mantenimiento siempre requieren remoción y movimientos de tierras, excavaciones, acondicionamiento del talud, etc. No se sabe exactamente las causas que hayan provocado el accidente siendo materia de una rigurosa investigación de parte del ministerio público pero el consorcio debe sustentar los informes diarios que se realizan antes y después de cada actividad y operación por parte del equipo de seguridad laboral, comúnmente fiscalizado por una empresa tercerizada. El lugar del accidente –Pampa Libre- es además conocido por la fragilidad y caída constante de piedras desde los cerros.
¿Por qué demoró tanto en llegar la ayuda? Desde Huacho llegó la compañía de bomberos local pero como no contaban con los instrumentos necesarios dieron aviso a otras compañías que desde Lima y el Callao hicieron proezas en reunir los equipos tardándose cerca de veinte horas y viajando cerca de tres horas más al lugar. La especializada Unidad de Rescate de la Compañía de Bomberos fue incluso la que operó en el sitió a un joven amputándole una pierna para que pueda salir vivo. Trabajadores de la minera Raura incluso colaboraron con la construcción del socavón para el rescate. Lo curioso y preocupante del asunto es que el Gobierno Regional de Lima no cuenta con las capacidades, equipos y personal suficiente para gestionar y hacer frente a un siniestro como este, que aunque no deja de ser menor, abre interrogantes sobre las fallas de un sistema de prevención y atención ante aciagos momentos como por ejemplo un terremoto.
¿Quién lideraba el rescate? Todas las declaraciones dadas por responsables de las instituciones que están colaborando concluyen que es el ministro de Transportes y Comunicaciones José Gallarado Ku. Se entiende que haya sido el ministro y no el Gobernador Regional de Lima Nelson Chui Mejía porque la carretera es calificada como una vía nacional. Sin embargo el protagonismo no depende exclusivamente de la responsabilidad en el papel sino que el accidente devela que hay un sistema con bajas dosis de coordinación intersectorial y que el sector salud local se encuentra en crisis ya que los heridos han sido llevados a Lima.
¿Cuántos pasajeros iban a bordo? Se dice que la minivan solo puede transportar a quince personas sin embargo a la luz de los hechos van dos más, es decir diecisiete. ¿A cuenta de quién va la fiscalización? No es novedad que el transporte es un caos y que las políticas dictadas para sancionar y fiscalizar solo abren posibilidades a mayor informalidad pero si algo es también cierto es que en provincias la ley es letra muerta. La empresa Tours Minivan sostiene que el accidente no se debió a falla humana o desperfectos mecánicos y que ellos no se harán responsables del seguro ¿Entonces quién lo hará?
Es increíble que hasta hace algunos meses se auspiciaba jubilosamente que Churín por sus recursos turísticos atraería más de 300 millones de soles en inversión. Ahora que se toma el tema con dolor acaso es bien decir que la ciudad carece de agua, alcantarillado y la demografía la sucumbió.
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