MALDITO. El cuestionado y sinvergüenza ministro de Transportes y Comunicaciones Bruno Giuffra, no solo ha tenido un triste papel con la muerte de 52 pasajeros del bus de la empresa "San Martín de Porres" que cayó en la "curva del diablo" del serpentín de Pasamayo al intentar proteger a su despacho y a NORVIAL, sino que ahora se ha reído de las víctimas en ese intento de seguir con su esfuerzo proteccionista y de total despreocupación del bien común.
Giuffra puesto en evidencia durante su requerida presentación ante la sesión conjunta de las comisiones de Transportes y Defensa del Consumidor del Congreso que se dio el viernes 5 de enero, por el parlamentario de Acción Popular, Yonhy Lescano.
Todo comenzó cuando el acciopopulista le increpó al ministro por las pocas medidas que toma su sector y por la forma en que justificó la falta de seguridad en el Serpentín de Pasamayo, donde fallecieron 52 personas tras el despiste de un bus.
“Le puede causar gracia a los lobistas entreguistas la muerte de 52 peruanos. Se ha venido a reír acá. Eso no se hace por respeto a los deudos de los pasajeros. Me parece un insulto y debe irse a su casa”, dijo.
EL DATO DE LO QUE NO DEBE REIRSE
El martes 2 de enero, un bus interprovincial de la empresa San Martin de Porres cayó a un abismo de 100 metros en el serpentín Pasamayo luego de que fuera impactado por un tráiler. Cincuenta y dos personas perdieron la vida y otras 6 resultaron heridas.
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