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NO HICIERON NADA POR PROTEGERLO. a muerte de Juan Alberto Arias Tucto, presidente de la comunidad campesina de Mala, es un misterio. Fue asesinado de cinco disparos en la cabeza por dos desconocidos que lo atacaron cuando se disponía a abordar su vehículo luego de visitar a un familiar.
El dirigente pasó a integrar la lista de víctimas del sicariato que viene atemorizando a ese distrito cañetano. El 23 de febrero del año pasado se había salvado de otro atentado. Aquella tarde, delincuentes en moto le dispararon tres tiros y dejaron grave también a su hijo de siete años. Esta vez no fallaron.
“Lo esperaron en el barrio Santa Rosa de Mala y no le dieron tiempo para nada”, dijo un agente de la Policía, a cargo de las investigaciones. Hasta anoche se desconocía el móvil del crimen. Arias Tucto había sucedido en el cargo a Juan Chumpitaz Vera, quien el año pasado fue asesinado también en similares circunstancias.
Sus familiares no encuentran palabras. Se enfrentan al vacío que viene de la pregunta: “¿Por qué en los dos últimos años seis dirigentes de la misma comunidad fueron asesinados por misteriosos sicarios?”.
A la lista de víctimas se suma el abogado Fausto Orlando Tumay Navarro, baleado el 8 de enero del 2014 en su propio despacho, situado a pocos metros del juzgado de Mala.
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