lunes, 12 de febrero de 2018

SIETE ASESINATOS SE HAN REGISTRADO EN LA PROVINCIA DE BARRANCA ENTRE ENERO Y FEBRERO


¿ QUIÉN PARA ESTÁ MIERDA ? En lo que va de enero y febrero del año que irónicamente se llama "Año del Diálogo y la Reconciliación Nacional", siete muertes y por lo menos unos seis heridos se han dado producto del imparable y constante accionar de la delincuencia en la provincia de Barranca, norte de la región Lima, reafirmando que es una de las ciudades con mayor peligrosidad a nivel nacional.

Al cierre de la presente edición, en la provincia "cuna de la civilización peruana y americana" van siete muertos reportados oficialmente por el accionar del sicariato, cinco son del distrito agroindustrial de Paramonga, uno de Barranca y uno en Supe.

Tal como sucede en África, en la ciudad donde empezó la civilización estaría empezando a acabarse con ella, por cuanto irracional, salvaje y barbaramente el crimen organizado se está encargando con hacer añicos a la sociedad civilizada y valiosa vidas humanas, ante la indiferencia del Estado y los organismos tutelares. 

MACABRAS CIFRAS
No es bueno instituir una cultura a la muerte, tal como sucedió durante la guerra interna que vivió el país en los años 80 y 90, pero desgraciadamente, me parece, en estos momentos, se está haciendo, al incomprensiblemente tolerar las muertes en manos del crimen organizado que se registran en forma preferente en el norte chico de la región.

Y lo decimos, por cuanto, en la provincia de Barranca, en lo que va de enero del año 2018, se han registrado seis muertes producto del accionar del crimen organizado, que hacen presagiar que dicho mes podría cerrar con una decena de muertes, solo en la localidad en mención.

Acaso eso no es suficiente para que las autoridades nacionales, regionales y locales puedan "dar un grito al cielo" con tal de encontrar solución a tantas muertes, que finalmente hacen que las nefastas estadísticas consideren a Barranca como una de las ciudades más peligrosas del país.

Cuando el año próximo pasado, las macabras estadísticas ubicaron a la ciudad de Barranca como una de las más peligrosas del país, suponíamos que las autoridades nacionales, regionales y locales se iban a preocupar por la misma, para frenar las muertes por el incontenible accionar del crimen organizado, pero esto no ha sido así, porque a estas alturas, cinco familias lloran la muerte de uno de sus integrantes, y no sabemos que otra familia lo hará más adelante, por la insensibilidad y despreocupación de las autoridades y la Policía Nacional.

Para variar, los otroras candidatos regionales y municipales como Nelson Chui Mejía, hoy gobernador regional de Lima por La Familia, ofrecieron acabar con la inseguridad ciudadana implementando el Plan Cuadrante, pero hasta ahora no se sabe que fue esa propuesta demagógica que inclusive incluyó la ponencia de un chileno desconocido, porque la delincuencia, el marcaje, los asesinatos, los asaltos y arrebatos no dejan de castigar a los pobladores de las nueve provincias y los 128 distritos de la región.

LOS ASESINATOS
El último fin de semana, el sicariato a acabado con la vida del mototaxista Frank Edwin Segura Reyes (33), en la avenida Fortaleza de la urbanización Belén del distrito de Paramonga, por situaciones que deberían merecer una profunda investigación de las autoridades regionales y municipales, así como de la Policía Nacional.

Antes, nosotros informamos, que el joven ciudadano identificado como Jorgan Utrilla Solís, fue acribillado por los tres proyectiles en San Nicolas, distrito de Supe, mientras que días atrás, ubicaron a la fémina Beatriz Oyola Suárez (28) con signos de haber sido asesinada en el trayecto a Cobatierra de Paramonga.

Asimismo, en Paramonga, el sicariato acabo con la vida de Nicola Gómez Tarazona (20), del hijo del cantante vernacular Kesito, Edward Jesús Ángeles, conocido como "Chinin", cuando se desplazaba en una moto car por la urbanización Chalets; y, el joven Jean Pol Castillo Flores mas conocido como Huesito.

En tanto, que en Barranca, se dio cuenta de la muerte por cuatro balazos del obrero de construcción civil Dinner Palomino Camones (27), cuando se encontraba en su centro de trabajo.

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