Una requisa en el penal de Carquín permitió a la Policía Nacional descubrir una central de inteligencia de extorsionadores que contaban con celulares, cargadores, chips, números de tarjetas de diversos empresarios, cuentas bancarias a nombre de terceras personas, cuadernos con el registro detallado de casi 900 comerciantes y empresarios de diversos lugares del país.
Toda una base de datos con nombres, direcciones y teléfonos que los delincuentes utilizaban para llamar, chantajear, amenazar y extorsionar desde la cárcel.
Desde ahí se hicieron las llamadas de extorsión a un conocido empresario, que permitieron a los sabuesos de la DIVINSEC, rastrearlas y dar con los autores. Los autores fueron identificados como Enrique López Cabana, Andy López Orellana y Alfredo Martín Borja, pertenecientes al pabellón Nº 2 del centro penitenciario.
El Coronel PNP Manuel Roncalla de esa división, indicó que estos delincuentes son personas con antecedentes policiales contra el patrimonio, en diversas modalidades.
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