Lo que es evidente en la ejecución de la obra represa de Cancanya, es que por lo menos quedarán dos pasivos como muestras de los serios y múltiples cuestionamientos que tuvo el trabajo, que hoy será inaugurado con bombos y platillos; uno, es que no hay ningún funcionario sancionado y mucho menos sentenciado por actos de corrupción; así como ningún proveedor ha sido alcanzado por la justicia por los presuntos delitos cometidos.
La represa que ha realizado el gobierno regional de Lima, durante dos gestiones regionales, la de Nelson Chui y Javier Alvarado, en la localidad de Yarucaya, distrito de Cochamarca, provincia de Oyón, región Lima; será inaugurada sin sanear los graves problemas que prolongaron su culminación, como que acciones ha tomado la instancia regional contra los españoles que se fugaron con total impunidad sin terminar la obra, y aquellos funcionarios que permitieron dicha fuga, así como su prolongación a cerca de cuatro años.
Si bien es cierto, la mayor responsabilidad esta en la actual gestión regional dirigida por Javier Alvarado, también es cierto que no puede excluirse como responsable de su irregular, polémico y alargada realización, al expresidente regional Nelson Chui, porque es durante su mandato que se inició la obra de represamiento en Cancanya.
Si bien es cierto ha terminado y hoy se entregará oficialmente, es bueno, que no institucionalicemos el culto a la incapacidad y los presuntos actos de corrupción como se pretende hacer con esta obra, por cuanto no se cumplieron los plazos y no hubo un manejo transparente de los recursos financieros regionales; eso que se pretende dejar de lado con una pomposa ceremonia de inauguración, finalmente les pasarán sendos contundentes "cheques" durante las elecciones al actual presidentes y al expresidente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario