Econ. Víctor Eleazar Alvino Guembes
Un estudio revela que deficiencias en los sistemas de enseñanza globales, incluida Latinoamérica, profundizan las desigualdades y propone medidas para mejorarlos
¿En algún momento hiciste un curso y sentiste que no aprendiste nada? Si la respuesta es "sí", imagínate multiplicar esa sensación por muchos años. Y si a eso le sumamos que de ese conocimiento nunca aprendido dependen tus posibilidades de mejorar de vida. ¿Cómo te sientes?
Las sensaciones de fracaso e impotencia, entre otras, acompañan a millones de estudiantes pobres de países en desarrollo que no saben leer, escribir correctamente o hacer una operación de aritmética, incluso después de varios años de escolarización. Además de nacer en desventaja debido a la pobreza, a su género o a una discapacidad, llegan a la edad adulta sin las aptitudes más básicas para la vida.
Algunos datos del último Informe de Desarrollo Mundial (WDR 2018, por sus siglas en inglés), del Banco Mundial, revelan las disparidades que existen entre los estudiantes ricos y pobres de un mismo país y entre esos mismos alumnos y los de una economía desarrollada. Estos son algunos de los hallazgos más notables:
• Hay una crisis global de aprendizaje. La escolarización sin aprendizaje es una gran injusticia ya que está fallando particularmente a aquellos estudiantes que necesitan una buena educación para tener éxito en la vida.
• La base de datos mundial sobre la calidad de la educación, recientemente actualizada, sugiere que, en los países de ingresos medios y bajos, más del 60% de los niños evaluados no lograron alcanzar habilidades mínimas en matemáticas y lectura. Mientras que, en los países ricos, casi todos los niños superaron ese nivel.
• Las estadísticas globales no tienen en cuenta a los 260 millones de niños que, por motivos de conflicto, discriminación, discapacidad y otros obstáculos, no están matriculados en la enseñanza primaria o media. Según el documento, la crisis global de aprendizaje no solo impide a estos jóvenes tener salarios mayores -de entre un 9% y un 11% más, en el caso de América Latina y el Caribe.
Hacer de la educación una causa colectiva El informe enfatiza que mejorar el aprendizaje rápidamente es viable cuando se convierte en una prioridad y cita a Chile y Perú como ejemplos de países que han asumido compromisos serios y recientes en ese sentido.
"El aprendizaje ha mejorado a lo largo del tiempo, no siempre uniformemente, pero lo suficiente para mostrar que las reformas del sistema valen la pena”. Para movilizar a la población, despertar un sentido de responsabilidad colectiva e impulsar la voluntad política, es necesario tener información y evaluaciones de calidad sobre la enseñanza local, según el WDR2018.
Finalmente, el estudio incentiva el involucrar a los ciudadanos en todas las etapas de la mejora de los sistemas de enseñanza, desde el diseño hasta la implementación de las políticas.
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