Por Javier Sayán
Era aún muy temprano del lunes 5 de abril de 1819 en el pueblo de Supe, actual provincia de Barranca, los vecinos de la ciudad comandados por los patriotas Andrés Reyes, Domingo Aranda y sus hijos Tomás y Mateo, los hermanos Juan y Doroteo de los Santos, José de Orué, Domingo Fonseca, Juan Muñoz, Tomás Quintín, Luis Rissi, fray Cayetano Requena, Francisco Vidal Laos, Francisco Villanueva, Tomás Vargas, José Terán, Francisco y Tomás Manrique, el ‘Zambo’ Risco, Juan El Inglés, y muchísimos habitantes, luego de apresar a las autoridades españolas y encerrarlas en el salón de bailes que existía en el antiguo Supe (hoy La Campiña), el grupo de notables se dirigió hacia la Plaza de Armas de la ciudad, con el repiquetear de las campanas de la iglesia María Magdalena convocaron a cabildo abierto y al grito de ¡Viva la Libertad!, ¡Viva la Patria!, proclamaron su independencia [1].
Luego de tan importante acontecimiento, Francisco Vidal se retiraba rápidamente para ponerse a las órdenes de Robert Foster, comandante patriota que ya había desembarcado en la caleta de Supe y quien tenía conocimiento del paso de una escolta con caudales. Cabe recordar que el jovenzuelo e intrépido Francisco Vidal ya se había presentado como voluntario a la causa emancipadora y con la bendición de su madre[2], se embarcó desde la caleta de Barranca[3], con el patriota capitán José Bernales quien estuvo escondido varios meses en su casa a causa de la gesta libertaria. Ambos una vez embarcados se dirigieron hacia Huacho, presentándose ante el almirante Cochrane para enrolarse a la causa patriótica, fue justamente ahí donde demuestra su gallardía y entrega conjuntamente con José Bernales y Juan Franco en la toma de Huaura[4]. Luego de esto volvió a Supe y fue uno de los líderes del primer grito de libertad.
Vidal una vez puesto a las órdenes de Foster, este lo dirigió con el capitán Moraquienes al mando de unos veinte hombres a caballo y sin pérdida de tiempo decidieron darles alcance, en el trayecto varios patriotas barranquinos se comenzaron a adherir entre ellos Andrés y Tomás Villanueva, Francisco Terán, Tomás Manrique, José Vargas, Tomás Quintín, el Zambo Perico, Pedro Sayán Reyes, el padre Cayetano Requena[5] y otros más[6].
Luego de unos diez kilómetros de persecución lograron alcanzar a la escolta realista. Aunque parte del botín fue arrojado al río de la Barranca[7], la mayor parte fue confiscado y entregado a Cochrane a las doce del mismo día.
En compañía de otros patriotas, el comandante Foster se dirigió a la casa de Manuel García, acaudalado hacendado de la época quien vivía cerca a Barranca, gustoso “los recibió con la mayor alegría”[8], donando especies, el aguardiente, el azúcar, el ganado y otros víveres que fueron trasladados hacia los buques de la escuadra.
Fue el 5 de abril de 1819 un día glorioso para la patria, y con mucha mayor razón para los hijos de esta provincia, quedando confirmado como lo diría el historiador Emilio Rosas Cuadros “(…) que el heroico pueblo de Supe fue el primero en el Perú, de proclamar su Independencia, dando ejemplo de civismo en una época donde imperaba duras represalias…”[9].
Primer Grito de Libertad – Las tres veces declarada Independencia en Supe
Llegada la flota libertadora al puerto de Supe la madrugada del 5 de abril [10] Cochrane como comandante y jefe ordenó el desembarco de las tropas de marina de la O’Higgins y la Galvarino al mando de Robert Foster. Mientras esto sucedía, en Supe, los notables de la provincia ya tenían conocimiento de la llegada de los patriotas de la expedición Libertadora, ya que, estos había desembarcado días antes en Huacho, y que se había tomado la ciudad de Huaura para luego dirigirse a la provincia. Enterado de los acontecimientos el virrey decide mandar el 2 de abril a Rafael de Ceballos Escalera y Ocón[11], comandante del Batallón de Cantabria, como jefe de una partida que debería marchar hacia Huaura. Con él como adjunto estaba el comandante Andrés García Camba[12].
Dicha partida estaba integrada por tropas de los batallones del Infante, del Cantabria, de los Húsares y de los Dragones de Lima, con un total de 700 efectivos, se le encargaba a Ceballos no solo el mando militar sino también aprehender y juzgar a todos aquellos habitantes que hubiesen auxiliado a la escuadra de Cochrane. Mientras esto sucedía en Lima, en Supe algunos hacendados que ya respiraban los aires de libertad, por su juventud y entusiasmo decidieron sublevarse a la corona. Era la mañana del lunes 5 de abril cuando los notables de la provincia apresan a las autoridades realistas y en cabildo abierto proclamaron la Independencia de la patria. El virrey Pezuela nos relata en sus memorias[13], que con fecha del 8 de abril anotó los pormenores de tal suceso:
Dicha partida estaba integrada por tropas de los batallones del Infante, del Cantabria, de los Húsares y de los Dragones de Lima, con un total de 700 efectivos, se le encargaba a Ceballos no solo el mando militar sino también aprehender y juzgar a todos aquellos habitantes que hubiesen auxiliado a la escuadra de Cochrane. Mientras esto sucedía en Lima, en Supe algunos hacendados que ya respiraban los aires de libertad, por su juventud y entusiasmo decidieron sublevarse a la corona. Era la mañana del lunes 5 de abril cuando los notables de la provincia apresan a las autoridades realistas y en cabildo abierto proclamaron la Independencia de la patria. El virrey Pezuela nos relata en sus memorias[13], que con fecha del 8 de abril anotó los pormenores de tal suceso:
“…los vecinos de Supe se juntaron en Cabildo el día 5, proclamando la patria y ofreciendo sus esfuerzos a favor de ella…”.
Además de ello, anotó que abrió tres procesos: el primero de ellos en Huacho en contra de los indios que habían ayudado o auxiliado a la escuadra de Cochrane, por el cual resultaron ocho indios y una mujer condenados a la pena de muerte, cumpliéndose tal castigo solo con cuatro de ellos, perdonándose a la mujer y cuatro indios más. A los condenados a muerte, como lo escribiría el historiador español Mariano Torrente[14] se les hizo conocer la buena voluntad del virrey como la buena disposición del general Ceballos Escalera quien al encontrar igual culpabilidad entre los acusados hizo sacar de una urna cédulas y fueron salvados aquellos que tenían la cédula de gracia[15].
El segundo se abrió “…por la infidencia cometida en el pueblo de Supe donde recibieron a los enemigos con la mayor demostración de amistad, tuvieron cabildo abierto, donde juraron la bandera de ellos y su causa de independencia de una manera escandalosa, que excepto uno que otro que huyó, casi todos los restantes abandonaron la causa del rey prestándoles toda clase de auxilio…” [16] .
El tercer proceso se instauró contra los siguientes personajes: Marcelino Saldamando (sentenciado a cuatro años de prisión), Anselmo Borjas, fraile guardián de San Francisco; frailes Juan de Belén, Vicente Sevilla y el limosnero de los Santos Lugares, sentenciados a ser reprendidos por sus respectivos prelados. Aquí es donde se reconoce por primera vez la Jura de la Independencia llevada a cabo en el Pueblo de Supe.
Hay que ser claros y precisar que, como se sabe, muchos de ellos no eran hijos naturales del pueblo de Supe, pero podríamos afirmar que casi todos eran residentes permanentes de Supe, como Andrés de los Reyes quien aunque había nacido en la Villa de Chancay era hermano de la madre de Pedro Sayán Reyes y su familia era dueña de las haciendas Tambo Viejo y Arguay en Barranca, Lorenzo Buitrón primo de Andrés de los Reyes con hacienda en Supe Viejo, Cayetano Requena (Cochas), Domingo Aranda, Mateo Aranda, Manuel Fonseca Juan Franco, Doroteo Santos, Tomás Quintín, todos ellos hacendados de Supe, Pedro Sayán Reyes hacendado de Barranca dueño de varias haciendas entre ellas rompequincha, quien en esos años se desempeñaba como subteniente de milicias del rey de España.
Hay que ser claros y precisar que, como se sabe, muchos de ellos no eran hijos naturales del pueblo de Supe, pero podríamos afirmar que casi todos eran residentes permanentes de Supe, como Andrés de los Reyes quien aunque había nacido en la Villa de Chancay era hermano de la madre de Pedro Sayán Reyes y su familia era dueña de las haciendas Tambo Viejo y Arguay en Barranca, Lorenzo Buitrón primo de Andrés de los Reyes con hacienda en Supe Viejo, Cayetano Requena (Cochas), Domingo Aranda, Mateo Aranda, Manuel Fonseca Juan Franco, Doroteo Santos, Tomás Quintín, todos ellos hacendados de Supe, Pedro Sayán Reyes hacendado de Barranca dueño de varias haciendas entre ellas rompequincha, quien en esos años se desempeñaba como subteniente de milicias del rey de España.
Personajes que participaron en el Grito de Libertad (Supe, 5 de abril de 1819):
Andrés Reyes Buitrón 39ª (Chancay)
Manuel Fonseca (Supe)
Domingo Aranda (hacendado)
Mateo Aranda hijo de Domingo Aranda (hacendado)
Cayetano Requena (Cochas)
Juan Aranda (Supe)
Manuel Villanueva (Supe)
Eugenio Ibérico (Chancay)
José Gonzales (Sayán)
Juan de los Santos
Domingo Fonseca
Francisco Villanueva
Juan Muñoz
Francisco Manrique
Anselmo Rojas
Luis Risco “El Zambo”
Tomas Vargas
Tomás Aranda
Francisco Vidal Laos 19ª (Supe)
Pedro Sayán Reyes 24ª (Barranca)
Francisco Aranda, sobrino de Domingo Aranda (hacendado)
Juan Franco (Supe)
Juan Francisco Sayán Reyes
Andrés Pérez (Supe)
Manuel Julián de la Sota (Chancay)
Domingo Orué (Pativilca)
Lorenzo Buitrón (Chancay)
Doroteo de los Santos
Tomás Quintín
José Terán
Francisco Villanueva
Tomás Manrique
Juan Fonseca
Manuel José Núñez
Juan El Inglés (argentino)
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[1] Ricardo Mariátegui Oliva: Supe, primer pueblo del Perú que proclamó la Independencia Nacional. 1ra. Edición Lima, 1949.
[2] Emilio Rosas Cuadros: El prócer Francisco Vidal y su contribución a la Independencia del Perú. 2da. Edición Lima 1982.
[3] No hay una especificación exacta sobre la caleta desde donde se embarca Francisco Vidal. Lo que se conoce ahora como Puerto Chico era llamada antiguamente Caleta de Barranca. Otra especificación lógica es Puerto Supe, otros dicen que fue en la Caleta de Supe hoy Caleta Vidal, y por último en la zona de Santa Catalina habría existido una caleta.
[4] Francisco Vidal al tener conocimiento que la escuadra libertadora desembarcaría en Huacho, viaja rumbo a ese puerto, conjuntamente con Juan Franco poniéndose a disposición del teniente Foster, quien lo considera dentro del batallón que toma la ciudad de Huaura, aquí el jovenzuelo Vidal da sus primeras muestras de coraje y valentía, luego de esta acción regresa a Supe para tomar parte del primer grito de libertad.
[5] Cayetano Requena fue capellán del regimiento español de milicias de Huaura, pero valientemente se incorporó a la causa libertadora, el Dr. Luis Antonio Eguiguren (1887 – 1967), manifiesta que se llamaba Cayetano Riquelme y que pertenecía al Claustro de la Universidad de San Marcos.
[6] Ricardo Mariátegui Oliva: Supe, primer pueblo del Perú que proclamó la Independencia Nacional 1ra. Edic, Lima, 1949.
[7] Hoy río Pativilca.
[8] Según el parte de Foster a Cochrane les proporcionaron azúcar, aguardiente y barras de plata. Documentos de Odriozola t. III pág. 345-346.
[9] Emilio Rosas Cuadros El prócer Francisco de Vidal y su contribución a la independencia del Perú Segunda Edición Ampliada 1982 Lima Perú pág. 32.
[10] Parte de Cochrane al secretario de Estado de Chile, José Ignacio Zenteno, Huarmey, 8 de abril de 1819. “Documentos Históricos del Perú” t. III, pp. 343 – 344.
[11] Rafael de Ceballos Escalera y Ocón era el oficial con mayor rango del Batallón de Cantabria, era oficial de confianza del virrey Pezuela, contrajo matrimonio con la hija de éste el 25 de diciembre de 1819.
[12] Militar, político e historiador español, llegó a ser capitán general de las Filipinas, capitán general de Puerto Rico. Sus escritos han sido una fuente recurrida por los historiadores.
[13] Memorias del gobierno del virrey Pezuela (1816-1821). Escuela de Estudios Hispanoamericanos – Sevilla, 1947.
[14] Mariano Torrente fue un historiador español que vivió entre los años 1792 y 1856, autor de Historia de la Revolución Hispanoamericana, entre otros libros.
[15]Historia de la Revolución Hispanoamericana, Mariano Torrente Tomo II, Impresión de Moreno, Plazuela de Afligidos núm. 1 1830 pág., 495
[16] Memorias del gobierno del virrey Pezuela (1816-1821). Escuela de Estudios Hispanoamericanos – Sevilla, 1947.
Se debe corregir el nombre Francisco Vidal Laos. Su verdadero nombre es Juan Francisco de Vidal La Hoz.
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