SIN RUMBO. Es sumamente lamentable que se sigan dando una serie de asesinatos selectivos y organizados en el norte y sur de la región Lima, asaltos, extorsiones, arrojo de explosivos a viviendas, arrebatos de celulares y carteras con inhumanos arrastrados contra indefensas féminas sin que se pueda conocer un plan serio y responsable de seguridad ciudadana de las nuevas autoridades regionales y locales, a pesar de haberse presentado durante la etapa proselitista como las que iban a solucionar uno de los grandes problemas sociales que tiene la región Lima, sus 9 provincias y 128 distritos.
No se conoce un verdadero plan integral de seguridad ciudadana del gobierno regional de Lima, de las municipalidades provinciales de Barranca y Cañete, donde se registran una serie de asesinatos selectivos, así como de las otras provincias como Huaura, Huaral, Huarochirí y otras, ni que hablar de las gestiones distritales, hasta la fecha no se ve luz verde que nos haga presagiar que la seguridad ciudadana mejorará en cada una de las localidades.
El último fin de semana, se registraron tres muertes a manos del crimen organizado, uno en la zona de Unanue de Cañete y dos en el tradicional barrio de Lauriama de Barranca, pero hoy martes 16 de abril, es como si no hubiera pasado nada, porque ni medios de comunicaciones ni mucho menos las autoridades muestran interés por preguntarse que esta pasando en estas provincias, a quién o quienes corresponde poner freno a estos asesinatos, y de a a pocos estamos llegando a institucionalizar una nueva cultura a la muerte producto del sicariato y la inseguridad ciudadana.
A este ritmo, seguro vamos a seguir pasando fines de semana en las que se registren más muertes en Barranca y Cañete, así como las otras provincias, sin que sus autoridades locales, Ricardo Zender y Segundo Díaz respectivamente, hagan algo por frenar esta ola de inseguridad ciudadana.
A estas alturas parece que se les ha terminado la inspiración electoral a las autoridades electas, que simplemente prefieren hacerse a las muertitas que comprarse el pleito de buscar una solución integral a la inseguridad ciudadana, por lo menos, en el frente represivo o disuasivo, porque pedirles otra cosa, ya son situaciones mayores, que están lejos de sus alcances, seguro hasta la próxima campaña.
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