martes, 16 de agosto de 2016

ALIAS "CATÓN" Y LA ATROZ CADENA DE VENGANZAS DETRÁS DE SU CAÍDA


Cuando los agentes del Escuadrón de Emergencias lo sorprendieron eran las 10:25 a.m., pero Carlos Martínez Santos, alias ‘Catón’, ya se disponía a almorzar. Vivía a salto de mata y sin tiempo definido para nada. Sin embargo, su último paradero, en el pueblo joven El Ramal de Chimbote, fue delatado con exactitud. Su nombre era parte de la nueva lista de ‘Los más buscados’ y por él se ofrecía S/25 mil. ¿Por qué estaba libre este delincuente que protagonizó el asalto más brutal ocurrido en Huacho, y hacia quien fue dirigida una venganza que derivó en la muerte del ex consejero de Áncash Ezequiel Nolasco?. Esta es la historia:

A inicios de mayo del 2013 una mansión de 3 mil metros cuadrados, ubicada en el distrito de Santa María, Huacho, fue vulnerada por la banda criminal que entonces mantenía sitiados a negociantes y dueños de fundos en el norte chico: ‘Los Malditos de Santa María’.

El predio pertenecía a Freddy Edgar Garay Malvaceda, narcotraficante que se había granjeado una fortuna en largos años de negocios clandestinos con cárteles mexicanos. Era de Ica pero ya asentado en Huacho, bajo la apariencia de un próspero empresario, cambió su identidad por Juan Manuel Garay Obregón y se hizo conocido como ‘Huachanito’.

Los delincuentes aprovecharon que Garay ni su seguridad estaban en la vivienda para irrumpir de noche a través de un forado. Carlos Landa La Rosa, alias ‘Chacuero’, y Carlos Ademir Martínez Santos, alias ‘Catón’, encabezaron la gavilla. Tras ellos iban Robert Mejía Bustamante ‘Piurano’, Jorge Armando Carquín Sánchez ‘Carón’, Miguel Roldán Flores ‘Micky’ y José Luis La Rosa Sánchez ‘Pepito’.

La banda cargó con lo que tuvo a su paso y, antes de salir, el último de ellos violó a la hija y a la esposa del narco, según las pesquisas policiales. En la mañana siguiente al asalto, Juan Garay constató que producto del ultraje, su esposa, con seis meses de embarazo, perdió al bebe que esperaba. Nunca denunció el caso, pero de inmediato empezó a maquinar una venganza espantosa.

‘Huachanito’ no obtuvo datos importantes de sus contactos en distintos grupos criminales. El primer indicio sólido se lo dio uno de sus trabajadores. Este había escuchado durante una reunión familiar que entre los asaltantes estuvo un compadre suyo apodado ‘Chacuero’. Garay, entonces, acordó con su empleado tenderle un señuelo al delincuente para que este vuelva a la vivienda en los próximos días. Y así ocurrió. 

Carlos Landa ‘Chacuero’ ingresó a la enorme propiedad del narco el 30 de mayo del 2013. Desde entonces nadie lo ha vuelto a ver. Al parecer, allí fue torturado y obligado a confesar quiénes lo acompañaron en la noche del robo y violación. Sus verdugos luego le habrían cercenado las extremidades para enterrarlas en distintos descampados de Huaura.

Diez días después, ‘Los Malditos de Santa María’ respondieron a ‘Huachanito’ con similar brutalidad. La noche del 10 de junio, en el sector Luriama, un joven trabajador del narcotraficante, identificado como Manuel López Reyes, fue apaleado y quemado vivo. La masacre estuvo dirigida por Carlos Martínez Santos, alias ‘Catón’. Él había quedado al mando de la organización señalada por decenas de casos de secuestro, extorsión y muerte.

Así lo confirmó, tras ser arrestado, Miguel Roldán Flores, alias ‘Micky’, otro de los hampones que asaltó la mansión de Garay. La confesión del detenido permitió a la Policía dar con los paraderos de ‘Catón’ y de Jorge Carquín Sánchez, ‘Carón’. Ambos fueron recluidos en el pabellón 3 del penal de Huacho. Sus cabezas, no obstante, ya tenían precio. 

Garay llegó una tarde al reclusorio con un queque y se presentó como familiar de ‘Catón’. Dejó el encargo, pero por una confusión de envío este acabó en otra zona de la cárcel. El reo salvó así de morir envenenado. ‘Huachanito’ decidió ahí acabar primero con los miembros de la banda que aún estaban libres, pero sin dejar de lado la cuenta de muerte que tenía con los dos presos. Para esto convocó a un grupo de sicarios cuyo ámbito de acción era Chimbote.

Los asesinos a sueldo que llegaron a Huacho eran parte del brazo armado al servicio de la presunta red criminal que dirigía en Áncash el ex presidente regional César Álvarez. ‘Huachanito’ hospedó en su residencia a Jorge Loloy Valencia ‘Chino Malqui’; Christian Cruzate Pereda ‘Colombiano’; y Jonnhy Saavedra Acosta ‘Winny’. Les entregó las fotografías y algunas pistas de sus objetivos. En unos meses de ‘reglaje’, los sicarios de Chimbote ya sabían que cada noche los tres integrantes aún libres de la banda que asaltó la casa de Garay, acudían a jugar futbol en una cancha del distrito de Santa María. 

La emboscada era inminente y estaba fijada para la quincena de marzo del 2014. Una noche antes, cuando ‘Chino Malqui’ explicaba a sus secuaces los últimos detalles de la embestida en un restaurante del óvalo de Huacho, algo lo desconcertó. “Ese es Ezequiel Nolasco y el presidente regional paga S/50 mil por su vida”, les dijo a sus compañeros señalando con disimulo al ex consejero regional de Áncash, que había entrado al local con tres compañeros.

Nolasco retornaba de Lima a Chimbote y por una oscura casualidad paró a cenar en el mismo lugar donde estaban los pistoleros. Estos comunicaron la coincidencia al supuesto jefe de seguridad de César Álvarez y, según han manifestado, cerraron por S/30 mil el trato para ultimarlo. Nolasco murió acribillado en una cantina cercana al restaurante.

El crimen de Nolasco obligó a que la matanza de ‘Los Malditos de Santa María’ sea postergada una semana. La intención de ‘Huachanito’ era que la Policía no relacione ambos casos, sino que los tome como ocurrencias aisladas. Así, el 21 de marzo del 2014 a las 7 p.m., en la cancha ‘El Barza’ de Santa María, Robert Mejía Bustamante ‘Piurano’, Miguel Roldán Flores ‘Micky’ y José Luis La Rosa Sánchez ‘Pepito’ fueron baleados cuando se alistaban para jugar. ‘Chino Malqui’ y compañía gatillaron ocho veces sobre cada uno.

La orden siguiente era penetrar en el penal de Huacho y acabar con ‘Catón’ y ‘Carón’ pero en medio del estallido del Caso Álvarez, ‘Huachanito’ fue detenido. La Policía lo acusó de haber albergado y premunido de armas a los sicarios que segaron la vida de Ezequiel Nolasco. ‘Chino Malqui’ y ‘Colombiano’ cayeron días después.

El mismo día que la Policía buscaba los restos de ‘Chacuero’ entre las piscinas y el coliseo de gallos personal que Juan Garay tenía en su residencia, Carlos Martínez Santos ‘Catón’ y Jorge Carquín Sánchez ‘Carón’ fueron excarcelados. A este último lo mataron de tres balazos en diciembre del 2014. Hasta ayer Martínez Santos, el despiadado criminal que comandó la atroz incursión en casa de Garay, y principal sospechoso de haber quemado a un hombre, era el único delincuente de esta serie de venganzas todavía vivo y libre. Por increíble que parezca.
Fuente: El Comercio/Enrique Vera

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