Por Enver Vega Figueroa (*)
Seguramente también has visto esta fotografía que circula en distintas redes sociales digitales y en varias fuentes de información en Internet. No me referiré a su originalidad ni al contexto en que surgió.
Me referiré a lo siguiente: al enmierdamiento y al desenmierdamiento en que se desenvuelve la sociedad de la pandemia, aunque en sentido metafórico pero con mucho sentido.
Es de uso común -no necesariamente pertenece a determinado estrato social, lo usan en todos los niveles sociales- la expresión "vete a la mierda", "ándate a la mierda", como expresiones de insulto, desprecio, o de cuestionamiento contra alguien. O quizás, de mandarse a la mierda a uno mismo, como se lee en la imagen: "... me voy a la mierda", como desenfado ante alguna situación que lleva a extremos, o como manifestación de liberarse de las preocupaciones, de la ansiedad, del miedo, etc.
Esta vez quiero decir que la mierda ya fue desplazada por Covid-19, esta enfermedad mata. Entonces, la nueva interjección, ahora, sería: "Me voy al Covid-19". ¿Ya no hay destino ante el desenfado?
La mierda embarra y casi siempre lleva a acostumbrarse a su pestilencia. El enmierdamiento de la masa siempre ha sido una estrategia del poder bancario, por ejemplo, al igual que el de otros poderes dominantes: la política, el clero, la economía, la corrupción, el narcotráfico, etc.
Covid-19 llegó a desenmierdarnos, pero aún muchos se niegan a dejar la pestilencia, ¿se acostumbraron a ella? ¿les parece perfume?, eso es grave, se llama cacosmia: perversión del sentido del olfato que hace percibir como agradables y deliciosos olores repugnantes, fétidos y asquerosos.
Estemos muy atentos: ¿Las estructuras de dominación y corrupción ya estarán diseñando las estrategias para el mundo post Covid-19, de manera que esta nueva realidad también los favorezca? ¿Hay una nueva estrategia de enmierdamiento en marcha?
(*) Investigador social. Consultor en seguridad multidimensional
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