domingo, 26 de mayo de 2019

CIENCIAS SOCIALES E INTELIGENCIA ESTRATÉGICA: APUNTES DESDE UNA PERSPECTIVA DE SEGURIDAD CIUDADANA


Por Enver Vega Figueroa (*)

Las ciencias sociales son aquellas ciencias que estudian el comportamiento de las personas, su interacción con la colectividad o sociedad, las relaciones sociales, y las formas de organización de la sociedad. La sociología, la economía, la antropología, la politología, la geografía, la demografía, entre otras, –dependiendo de la perspectiva teórica que las clasifica- son ciencias sociales.

Puga (2009) señala que “vale la pena, en todo caso, señalar que al hablar de ciencias sociales nos referimos a un conjunto de disciplinas que, a partir del interés explícito por diferentes aspectos de la vida colectiva, han formulado teorías generales y planteamientos analíticos (párr. 3).

Un documento académico muy valioso es el Informe Mundial sobre Ciencias Sociales que periódicamente elabora el Consejo Internacional de Ciencias Sociales (CICS) y publicado por el CICS y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Las ciencias sociales de los países occidentales siguen siendo las que más influencia tienen a nivel mundial, pero esta disciplina se está extendiendo rápidamente en Asia y América Latina, y más concretamente en China y Brasil. En África Subsahariana, los científicos sociales de Sudáfrica, Nigeria y Kenya producen el 75% de las publicaciones académicas. En Asia Meridional, las ciencias sociales tienen una prioridad más bien escasa, excepto en algunos centros de investigación de excelencia en India (UNESCO, 2010).

Kent (1967) sostiene que la inteligencia es organización y actividad. Por un lado, “la inteligencia constituye una institución; es una organización física de seres vivos que persigue, como fin, una clase especial de conocimiento” (p. 85). Esta organización debe tener el convencimiento de que la información que produzca sobre determinada amenaza a la seguridad nacional sea apropiada, completa, segura, oportuna y útil para la toma de decisiones estratégicas. Por otro lado, “la palabra inteligencia (…) también se utiliza como sinónimo de la actividad, o tal vez mejor, como proceso” (Kent, 1965, p. 167).

“En las últimas décadas el interés científico y profesional en relación con la inteligencia estratégica ha crecido de manera importante” (Aguirre, Cataño y Rojas, 2013), ya que el conocimiento que genera su metodología permite el diseño y formulación estrategias de seguridad nacional, desarrollo nacional y estrategias militares. “Dado que tienen estrecha relación con temas como planeamiento estratégico, desempeño, competitividad, innovación y vigilancia tecnológica, entre otros” (Aguirre, 2015, párr. 1).

Es decir, la inteligencia estratégica permite el diseño y formulación de “planes nacionales de defensa, generar planes en operaciones militares y la protección integral de un país, a partir de lo cual se generan planes de prevención ante catástrofes relacionadas con las guerras” (Hussain, 2009; Marrin, 2011). Además, en la actualidad es necesaria para diseñar planes de contingencia y respuesta ante desastres ocasionados por fenómenos naturales.

Entonces, desde una perspectiva de seguridad nacional, existe la evidencia teórica suficiente y necesaria –aunque podemos seguir revisando más literatura científica para robustecer la argumentación- para adoptar una postura teórica, metodológica y técnica a fin de fundamentar a favor de la integración de las diversas disciplinas de las ciencias sociales en la producción de inteligencia estratégica que respalde la toma de decisiones gubernamentales en materia de seguridad y defensa nacional.

Platt (1983) aludiendo a Stuart Chase, recoge su definición de ciencia social, como: “la aplicación del método científico al estudio de las relaciones humanas” (p. 162). Y ensaya una postura a partir de la siguiente cuestión: “¿Por qué un especialista en inteligencia debe de leer ampliamente sobre ciencias sociales?” (Platt, 1983, p. 164). En respuesta, esgrime los siguientes argumentos:

Primero, porque las ciencias sociales tratan con las actividades humanas en grupos; precisamente, actividades que son sumamente importantes para inteligencia. Segundo, porque muchos de los problemas, conceptos y métodos de las ciencias sociales pueden tomarse prestados y adaptarse a los problemas de inteligencia. La lectura sobre ciencias sociales da amplitud y perspectiva a nuestra comprensión sobre los problemas de inteligencia, ofreciendo ejemplos, analogías y contrastes. Finalmente, porque contienen muchos datos y afirmaciones en que no podemos concordar. Es en el contraste entre las aserciones (que encontramos con gran variedad), y nuestra manera común de pensar, donde hallamos el acicate a nuestros recursos mentales para refutar dichas afirmaciones” (Platt, 1983, p. 164).

Finalizo recomendando la lectura de “En defensa de la Sociología. Contra el mito de que los sociólogos son unos charlatanes, justifican a los delincuentes y distorsionan la realidad”, de Bernard Lahire, publicado por Siglo XXI el año 2016.

(*) Sociólogo. Investigador social. Consultor en seguridad multidimensional.

Referencias

Aguirre, J., Cataño, G. y Rojas, M. D. (2013). Análisis prospectivo de oportunidades de negocios basados en vigilancia tecnológica. Revista Puente, 7(1), 29–39.

Aguirre, Joao. (2015). Inteligencia estratégica: un sistema para gestionar la innovación. Estudios Gerenciales, 31(134), 100–110. Recuperado de: http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0123-59232015000100012&lng=en&tlng=es

CICS/UNESCO (2013). Informe Mundial sobre Ciencias Sociales 2010. París: UNESCO. Recuperado de: https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000217366

Hussain, I. (2009). Post-9/11 Canada-US security integration: Of the butcher, the baker, and the intelligence-policy Maker. American Review of Canadian Studies, 39(1), 38–51.

Kent, S. (1967). Inteligencia estratégica para la política mundial norteamericana. Buenos Aires: Editorial Pleamar.

Marrin, S. (2011). The 9/11 terrorist attacks: A failure of policy not strategic intelligence analysis. Intelligence and National Security, 26(2–3), 182–202.

Platt, W. (1983). Producción de Inteligencia Estratégica. Buenos Aires: Struhart & Cía.

Puga, C. (2009). Ciencias sociales: Un nuevo momento. Revista mexicana de sociología, 71(spe), 105–131. Recuperado de: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0188-25032009000500005&lng=es&tlng=es.

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