DIFERENCIA ABISMAL. En estos tiempos el Perú y la región Lima han centrado su atención en más del 50 % de sus respectivas poblaciones en el tema relacionado sobre la corrupción, es por ello que la mayoría de candidatos, sino son la totalidad, de los que participan en las elecciones municipales y regionales 2018 se irrogan ser los "verdaderos luchadores" contra la corrupción, y por ello lo dicen en calles y plazas, así como en su material publicitario.
Ello, en el caso particular de la región Lima, se ve como los aspirantes a autoridades locales y regionales, se permiten utilizar el eje anticorrupción como si fuera una tremenda y certera estrategia para ganar preferencias electorales, demostrando que no quieren quedarse fuera de la moda actual en está campaña, que es hablar sobre corrupción, olvidándose que algunos de ellos cuentan con pasados vergonzantes o con profundos cuestionamientos por haber sido autoridad o estado cerca a las que estuvieron en gestión, o también tener como lideres a quienes ni deberían atreverse a hablar sobre el tema porque son procesados o más aún. sentenciados por flagrantes hechos delictivos, pero como en política vale todo, simplemente lo hacen.
En este contexto, no les será muy provechoso para sus aspiraciones electorales, prenderse de frases anticorrupción de parte de los candidatos que ya han pasado por gestión edil o regional, así como para los que forman parte de un proyecto liderado por exautoridad pública, si persisten en ello, no obtendrán resultados positivos, porque la población lo debe estar tomando como que están buscando insultar la inteligencia colectiva.
En cambio, Marino Llanos de Somos Perú pretende ser gobernador regional de Lima, sin los cuestionamientos que tienen los candidatos que han tenido un cargo y han manejado recursos públicos con una serie de irregularidades, esa es la gran diferencia en estas elecciones y una gran muestra que las 9 provincias y los 128 distritos pueden tener PROGRESO SIN CORRUPCIÓN a partir del 2019 en una gestión regional del aspirante regional del corazón.
Ello, en el caso particular de la región Lima, se ve como los aspirantes a autoridades locales y regionales, se permiten utilizar el eje anticorrupción como si fuera una tremenda y certera estrategia para ganar preferencias electorales, demostrando que no quieren quedarse fuera de la moda actual en está campaña, que es hablar sobre corrupción, olvidándose que algunos de ellos cuentan con pasados vergonzantes o con profundos cuestionamientos por haber sido autoridad o estado cerca a las que estuvieron en gestión, o también tener como lideres a quienes ni deberían atreverse a hablar sobre el tema porque son procesados o más aún. sentenciados por flagrantes hechos delictivos, pero como en política vale todo, simplemente lo hacen.
En este contexto, no les será muy provechoso para sus aspiraciones electorales, prenderse de frases anticorrupción de parte de los candidatos que ya han pasado por gestión edil o regional, así como para los que forman parte de un proyecto liderado por exautoridad pública, si persisten en ello, no obtendrán resultados positivos, porque la población lo debe estar tomando como que están buscando insultar la inteligencia colectiva.
En cambio, Marino Llanos de Somos Perú pretende ser gobernador regional de Lima, sin los cuestionamientos que tienen los candidatos que han tenido un cargo y han manejado recursos públicos con una serie de irregularidades, esa es la gran diferencia en estas elecciones y una gran muestra que las 9 provincias y los 128 distritos pueden tener PROGRESO SIN CORRUPCIÓN a partir del 2019 en una gestión regional del aspirante regional del corazón.
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