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ODIO DE CLASE. Quién se podría imaginar que reclamar mejores sueldos, estabilidad laboral y derogatoria de normas antilaborales, generarían furibundas reacciones de la clase que detenta el poder y sus coyuntarales serviles, como la triste y vergonzante actitud del ministro de Educación Carlos Basambrio de llamar terroristas a los maestros que están en huelga indefinida.
Basombrio ha recurrido a viejas tretas de los grupos de poder para deslegitimar sin éxito la multitudinaria huelga que acatan los maestros de las bases regionales del SUTE desde el mes de junio del presente año, llamando a quienes están en ella terroristas y a sus dirigentes como Pedro Castillo Terrones, engendros de la fusión MOVADEF y PROSEGUIR.
Y porque son terroristas, palabras del arrepentido socialista Carlos Basombrio, pues es un militante del Partido Comunista Revolucionario (PCR), ordenó una demencial masacre a los maestros que estaban protestando en las afueras del Congreso de la República, la semana pasada, con bombas, gases pimientas, varas, rochabuses, patadas, puñetazos que fueron vistos por todo el mundo a pesar de los esfuerzos cómplices de estas atrocidades como la prensa amarillezca de América Televisión.
Y como reza un dicho popular "Tan solo Dios y los imbéciles no se equivocan", hasta donde sabemos Dios no es Basombrio, aunque pretenda serlo con el cargo que le "cayó del cielo" porque el pueblo peruano, entre los que están a los que ahora llama terroristas, llevó al poder al lobbista PPK, por lo tanto es lo segundo por cuanto está seguro que Castillo Terrones es terrorista.
Hace unas horas llegó a la Comisión de Educación del Congreso para no decir nada con medios probatorios que incriminen al perseverante y combativo presidente del comité de lucha nacional Pedro Castillo con el terrorismo, con lo que queda demostrado que sus ataques son solamente para ocultar la tremenda incapacidad que tiene el gobierno para solucionar el problema del magisterio peruano.
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