EN CONTRARIO. El proceso de descentralización en el país y la región Lima se ha detenido clamorosamente en razón que no existen esfuerzos claros para consolidar el inicio de la regionalización a nivel de los gobierno regionales y el gobierno central, en todo caso, lo que se advierte ahora es que está retrocediendo en razón de incapacidades demostradas en el manejo de los neurálgicos sectores de Educación y Salud en todos los gobiernos regionales.
Todos los gobierno regionales a nivel nacional, salvo esfuerzos aislados como el del gobierno regional de Vladimir Cerrón, solo se dedican a administrar lo que lograron los primeros presidentes regionales en materia de descentralización de competencias y funciones para sus provincias y distritos, a duras penas.
Luego del gobierno de Miguel Ángel Mufarech en la región Lima y sus colegas a nivel nacional en esos años, los siguientes gobiernos regionales no han logrado arrancarle otras competencias de otras direcciones al gobierno central, como se dio en esa temporada con el sector Educación y Salud.
Las malas gestiones y cuantiosos actos de corrupción de los gobernantes y funcionarios son las constantes a nivel de los actuales gobierno regionales, pero no se ven con claridad esfuerzos para fortalecer el proceso de descentralización es decir pedir más competencias al gobierno central, ni mucho menos existen proyectos de impactos regionales que hagan avizorar que llegará el progreso y desarrollo de los pueblos, que se espera históricamente, por el manejo de sus propios dirigentes.
Con todo lo que está pasando a nivel nacional en los gobiernos regionales, lo único que están logrando, es que se empiece a debatir que no se justifica la existencia de los gobiernos regionales, porque en vez de traer desarrollo a sus pueblo y sus vidas, solo han traído corrupción, incapacidades y atraso para las regiones.
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