martes, 18 de febrero de 2020

EL PADRE JORGE RECUERDA LO DICHO POR EL FALLECIDO MONSEÑOR LORENZO: "DOY GRACIAS A DIOS QUE ME HAYA TOCADO SER PASTOR DE ESTA IGLESIA EN HUACHO"

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PASTOR DEL PUEBLO. El Párroco de la Parroquia San Pedro de Supe Puerto y expárroco de la Parroquia San Bartolomé de Huacho, Jorge Cañamero Moscoso, mostró su profundo pesar tras el fallecimiento del Monseñor Lorenzo León Alvarado, ocurrido en la mañana del lunes 17 de febrero y se dio tiempo para recordar las palabras pronunciadas por el Obispo del pueblo cuando se retiraba de la Diócesis de Huacho.

El Padre Jorge rememoró la cercanía que tuvo el Obispo Lorenzo con la ciudadanía huachana en función de ser un buen pastor, y así lo dejó al momento de penosamente despedirse de su Huacho; "Doy gracias a Dios que me haya tocado ser pastor de esta Iglesia en Huacho, en un tiempo tan rico en la vida de la Iglesia y que también ha sido acompañado por enormes y serios desafíos a nuestra pastoral; puedo decir con gran satisfacción que a lo largo de estos años, nuestros sacerdotes, religiosos, laicos, agentes pastorales y nuestras comunidades".

FRENTE SOCIAL
Cañamero Moscoso resalto una parte de sus palabras que quedó claro que Monseñor Lorenzo trabajana muchoy por ser línea de su trabajo pastoral en razón de haber sido Obispo de Huacho, las mismas que son "...se han esforzado mucho en responder a los reclamos de los tiempos que hemos vivido, en el aspecto socio económico y político en este último cuarto de siglo. Lo hemos vivido siempre en sintonía con la voz de los Obispos, empezando desde Vaticano II y, después, de las grandes Conferencias Generales Episcopales Latinoamericanas, desde Medellín hasta Santo Domingo, y también en las directivas muy pastorales, muy prácticas, muy actuales de nuestra propia Conferencia Episcopal".

"TÍO LOLO", "PAPA LENCHO"
El padre Jorge Gracias dio a conocer a través de su cuenta de facebook que fallecido Monseñor Lorenzo tenía una "vida entregada" al trabajo de llevar la palabra de la Iglesia Católica y su práctica muy social y de profunda llegada a los sectores populares y ciudadanos: "tío Lolo" como lo llamábamos en el Seminario, o "papa Lencho" como le decían los jóvenes de la Parroquia san Bartolomé".

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