INCUMPLIMIENTO HISTÓRICO. "Mayor Salvo, decidle a vuestro general que me siento orgulloso de mis jefes, que la guarnición de Arica no se rinde. Que tengo deberes sagrados que cumplir y los cumpliré hasta quemar el último cartucho". son las memorables y paradigmáticas máximas pronunciadas por Francisco Bolognesi el 7 de junio de 1880, es decir hace 140 años después, durante la Batalla de Arica, tras el inicio de la infausta guerra del Guano y el Salitre empujado por el expansionismo chileno; ejemplares dichos y hechos, que ahora quedan lejos de las autoridades y la clase dirigente del país, de las regiones y de las localidades, que al parecer se han quedado sin balas, pólvoras o fósforos, figurativamente hablando porque no están en la capacidad de "quemar el último cartucho" en favor de quienes ofrecieron servir.
Como se puede decir que estamos quemando "el último cartucho", cuando una tienda del Cercado de Lima vendían a más de 3 mil soles balones de oxígeno industrial como oxígeno medicinal, mientras en el oriente peruano los costos pasan los 5 o 6 mil soles, sin que el Estado, los diversos niveles de gobierno y sus organismos tutelares no sean capaces de frenar las prácticas usureras y genocidas de empresarios de la muerte.
Es posible, que digamos "hasta quemar el último cartucho", cuando el populorum sabe que los expresidentes de la República cuentan con jugosas pensiones vitalicias que recién ahora están planteando su eliminación, a pesar de la millonada de dinero que se hicieron durante su mandato presidencial.
Se puede hablar de "quemar el último cartucho", cuando en la región Lima tenemos un gobernador regional como Ricardo Chavarría, ausente, incompetente y desinteresado por encabezar la lucha contra la pandemia que significa 243 fallecidos y 3514 contagiados entre la ciudadanía regional, sin ser capaz de poner en funcionamiento el casi terminado Hospital regional de Cañete, dejando que la provincia de Cañete se desangre ante la indolencia de autoridades y funcionarios nacionales, regionales y locales.
A alguien se le puede ocurrir decir que se ha quemado "el último cartucho", cuando iniciada la pandemia COVID-19, los alcaldes y funcionarios provinciales y locales, como en la provincia de Huaura, se quedaron sin capacidad de reacción para actuar y mitigar los efectos de la emergencia nacional con la finalidad de salvar vidas o evitar contagios, no hicieron nada (hasta ahora); y cuando reaccionaron lo hicieron para quedar en evidencia lo miserables, incompetentes, inhumanos y carroñeros que son como autoridades (con o sin experiencia), porque sin desparpajo se atrevieron robarle al hambriento, al comprar y entregar las canastas para los sectores vulnerables (pobres), castigados por la pandemia y la cuarentena, toda vez que no solo compraron con precios aparentemente sobrevalorados, como una conserva de atún a 4.70 soles en Huacho cuando su precio es menos de 4 soles; sino que entregaron alimentos adulterados, pasados y bajos de valores proteicos.
Podemos decir, "hasta quemar el último cartucho", cuando algunas "clínicas de la muerte" cobraban altas sumas de dinero por pruebas coronavirus que las realizaban gratuitamente el INS del Estado, cuando la Salud en el país esta en emergencia, no de ahora, sino de siempre, porque sigue con el mismo presupuesto durante décadas.
Existe la posibilidad de decir, que hemos quemado "el último cartucho", cuando en los últimos tres quinquenios, en la ciudad de Huacho y la región no se han construido modernos hospitales, existen servidores autónomos que no cobran sus haberes desde finales del año 2019 o inicios de la pandemia, sobre el particular, debemos decir que, el gobierno regional y los gobiernos locales, tienen igual desempeño, de despreocupación por la salud.
Por ahí, se nos puede ocurrir decir que se ha quemado "el último cartucho", cuando maestros y estudiantes hacen maravillas para ajustarse al programa "Aprendo en casa", sin tener conectividad, acceso a internet, sin equipos tecnológicos como computadoras, laptops, celulares, tabletas, a la par de ver quien pagará los servicios de energía eléctrica e internet, cuando el ministerio de Educación, las direcciones regionales, las UGELs y los algunos directores solo se dedican presionar sin medida a los docentes, mientras los gobiernos regionales y las municipalidades no dicen esta boca es mía o voy a "quemar el último cartucho" por la educación, por la salud y por el pueblo, seguro están esperando la campaña electoral, pero es ahí, que la población no debe olvidar esto.
La conducta actual de las autoridades nacionales, regionales y locales, así como los empresarios, me hace recordar lo que la conducta antinacionalista que tuvo la Aristocracia nacional (criollos) durante la guerra del Guano y el Salitre, que con tal de no perder el control de los medios de producción nacional y las riqueza, no dudaron en apoyar a los invasores chilenos con tal de vencer al "Brujo del Andes" y sus legendarias y nacionalistas montoneras, o sea vendieron su "alma al diablo" con tal de traicionar a su patria, eso pasa ahora, porque las autoridades nacionales siguen entregando nuestros recursos naturales y económicos como los peajes a empresarios internacionales que hacen de las suyas.
Puede quemarse "el último cartucho", con huachanos sin agua y desagüe, con ancianos sin pensiones de jubilación, con altos números de desempleados, con transportistas sin poder salir a trabajar por más de 80 días, con grandes empresarios que han recibido millonarias cantidades en subsidios y a un humilde poblador solo le llegó a las justas 760 soles, sin que gobierno regionales y locales impulsen algún programa social para ayudar a los miles de hambrientos generados por la pandemia y la emergencia nacional, salvo que alguien en Huacho, Huaral, Barranca, Oyón, Cañete, Huarochirí haya visto un programa social impulsado por sus autoridades.
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