El castillo Unanue, ubicado en la provincia de Cañete, al sur de la región Lima y de la capital de la república del Perú bien podría ser un museo sobre la esclavitud, de acuerdo a Mitra Taj, corresponsal de la agencia de noticias Reuters en Lima.
Un monumento construido a mediados del siglo XVIII. Desde ahí se realizaba el contrabando de esclavos que era un acto legal. Los esclavos caminaban por un túnel de 10 kilómetros que lo unía a la costa peruana.
En dicho recinto había un calabozo para esclavos desobedientes. Según una leyenda urbana, la pintura roja en las paredes del palacio se hizo con una mezcla de sangre y hierbas de esclavos.
Actualmente está abierto para los turistas, pero por los demás está abandonado.
Fuente William Alexander
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